¿A qué le teme Gorriti?
Gustavo Gorriti, el zar de nuestro sistema judicial (Ministerio Público y Poder Judicial), ha respondido que no asistirá a la convocatoria que ha recibido del presidente de la comisión que investiga el acuerdo de colaboración eficaz con Odebrecht, argumentando que la comisión “carece de legitimidad e imparcialidad”. Hablamos de aquel “acuerdo secreto” que, a nombre de la Nación, suscribieron los fiscaletes José Pérez Gómez y Rafael Vela Barba. Gustavo Gorriti debió asistir hoy al Congreso para declarar sobre aquel pacto ultrasecreto, firmado a espaldas de la sociedad, mediante el cual el Perú le ha conmutado a la corrupta contratista brasileña todas las penas carcelarias y/o indemnizaciones dinerarias, además de otros conceptos sucedáneos, por los daños y perjuicios que ha soportado nuestro país a resultas de la urdimbre de corrupción que montó Odebrecht, implicando a cinco presidentes de la República peruanos, a decenas de ministros, asesores, directores ministeriales, etc., en aquella multimillonaria trama de podredumbre llamada “Caso Lava Jato”.
Gorriti alega que, como periodista, está amparado por el secreto profesional y la reserva de sus fuentes “para no asistir a declarar a dicha comisión”, cuyo rol y legitimidad él cuestiona. Argumenta que “varios de sus integrantes, incluidos representantes de Renovación Popular, Fuerza Popular y Perú Libre, pertenecen a partidos vinculados al caso Lava Jato“, lo que, alega, es un conflicto de interés. “El periodismo de investigación no puede prestarse a un intento de intimidación desde una comisión viciada por intereses políticos”, sostiene. Pero lo que no dice Gorriti es que ese tal “periodismo de investigación” –al que hace referencia– en su caso definitivamente no existe. ¡Ni podría existir! Porque lo que informa su supuesto medio informativo –llamado IDL Reporteros– es nada menos que el diario de ocurrencias del Instituto de Defensa Legal IDL, una ONG al servicio de su verdadero amo, George Soros, proveedor de infinitos fondos ultrasecretos que utiliza Gorriti para “preparar” (en rigor, para adoctrinar y sensibilizar) a innumerables jueces y/o fiscales, concediéndoles becas en el exterior que incluyen vivienda, alimentación, etc.; y por supuesto, ese incontrastable lavado cerebral que ejecutan los woke –o caviares internacionales– para instrumentalizar a nuestra justicia bajo los cánones de la progresía transnacional.
IDL Reporteros es el poder tras el trono del Ministerio Público y Poder Judicial, secuestrados por la mafia que manipula Gorriti para beneficiar a corruptos como Odebrecht. Recordemos cuando “reporteros” de El Comercio –y similares medios vendidos a Odebrecht– transmitían desde Brasil hacia Lima las audiencias –supuestamente secretas– sobre el caso Lava Jato. Estos episodios existen por miles. Aunque para protegerse, IDL Reporteros no informaba en vivo a la opinión pública; usaba el material como instrumento de extorsión. Evidentemente, IDL Reporteros ha sido vertebral para el gran éxito judicial que ha tenido Odebrecht en Perú; sirviendo de acicate para mantener en los escaños oficiales a fiscales como Pérez y Vela, y a diversos “jueces” venales que acabaron exorcizando a Odebrecht y condenando al Perú.
El lapidario comentario del congresista Muñante fue: “¿A qué le teme, Gorriti? Venga. Dé la cara. Panfletos los escribe cualquiera”.
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