¡Qué vergüenza de Presidente!
¿Cómo es posible que el Perú haya descendido a niveles tan desafortunados, tanto en lo intelectual como en su prestancia como nación, eligiendo a un ser humano incapaz de dar una respuesta sin titubeos, sobre todo sin errores, haciendo el ridículo delante de una veintena de jefes de Estado, reunidos en Chile con motivo de la transmisión de mando presidencial al nuevo jefe de Estado de ese país, Gabriel Boric? Esto vivimos y escuchamos hacerlo, con estupor y vergüenza, al todavía presidente del Perú, Pedro Castillo, respondiendo de esta manera ante la pregunta “¿Cómo describiría los últimos cuatro años de relaciones entre Lima y Santiago?”, planteada por un periodista chileno:
“Eh, muy fructífera no... eh... yo creo que... eh... hoy estamos en otra etapa eh... eh y me ha gustado... eh tremendamente esa tran tran transmisión, esa transferencia del hermano Santiago con Boric.” Para empezar ,¿qué intentó decir Castillo refiriéndose a la “transferencia del hermano Santiago con Boric”? ¿Acaso espetaba eso de “hermano Santiago” –por demás, una grosera confianza con quien no conoce- creyendo que así se llama Sebastián Piñera Echenique, saliente mandatario chileno? Si esta no es otra demostración de la incapacidad de este individuo para ejercer el mandato de jefe de Estado peruano, entonces ¿de qué otra forma puede calificársele a semejante papelón internacional que ha vuelto a hacerle padecer a nuestra atribulada nación? Decimos que lo ha vuelto a hacer, por la sencilla razón que, uno o dos meses atrás, ya lo hizo a través de la multinacional CNN cuando reconoció ante el orbe entero aquello de “yo no sé gobernar”; y despreciando a su patria, prometió concederle territorio peruano “a mis hermanos do Bolivia”.
Por cierto en Chile Pedro Castillo acudió al evento disfrazado de Evo Morales, luciendo un aspecto que hiere la majestad que debe exhibir el presidente de nuestra patria. Pero esto es lo que le gusta hacer a los payasos comunistas a modo de mostrar una “personalidad” que en este caso ni siquiera es propia sino fotocopiada.
La inconducta de Castillo es, sin lugar a duda, perniciosa para la formación cultural de los peruanos. Porque abusando de su investidura como mandatario de nuestra nación, transmite a los peruanos -desafortunadamente mal educados como él; quien, además, insiste en presentarse como profesor pronunciándolo bellacamente “prosor”- que en la vida NO es necesario educarse, preparase ni esforzarse para llegar a ser presidente. Bastará con ser un afiebrado sindicalista, simpatizante del movadef –vale decir, del pensamiento leninista gonzalo- para llegar hasta la más alta instancia: mandatario de la República. Esta estrategia la manipula el comunismo trasnacional para narcotizar a los peruanos y de esa forma avanzar en su peligrosísimo plan de transformar nuestras estructuras, vía una nueva Constitución de corte marxista, llamando a una Asamblea Constituyente. Como aquella que persevera en embutirnos este régimen bolchevique, usando de pantalla al todavía presidente Pedro Castillo.
La incultura que simboliza Castillo es el mejor caldo de cultivo del marxismo/leninismo para conquistar a las masas ignorantes. Si nuestros legisladores aún no entienden esa realidad, desafortunadamente habremos perdido nuestro país.
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