¿Quién manda a quién?

Nuestros políticos no tienen visión de futuro y ni siquiera de contexto. Cuando cayó preso Abimael Guzmán, éste, inteligentemente, firmó un denominado acuerdo de paz renunciando a la lucha armada y dando instrucciones a sus huestes para que cesen los actos violentos, pero, como los objetivos políticos de Sendero siempre se sustentan en un aparato militar subordinado, mantuvo bolsones de acción armada en el Huallaga y en el Vraem, lugares de alta producción de droga porque de esta actividad obtienen el financiamiento adecuado sirviendo de sicarios o sustituyendo a los narcotraficantes.
Luego, como Sendero Luminoso es en realidad el Partido Comunista Marxista Leninista Maoísta, cuya ideología específica está contenida en el llamado pensamiento Gonzalo, su lucha era y es eminentemente política hacia la captura del poder que utilizó la lucha armada en su momento, la que dejó larvada mientras superara el recodo en el camino, pero con los bolsones ya referidos en el primer párrafo.
La torpeza de nuestros políticos y estrategas es que se concentraron en la confrontación fujimorismo y antifujimorismo o aprismo y antiaprismo y nadie se concentró en el anticomunismo representado por la organización caviar que sirvió de engranaje para que la izquierda infiltre la base social y la estructura del Estado.
Esa izquierda facilitó el desarrollo de la guerra política de Abimael Guzmán para, utilizando el tema de los derechos humanos, obtener pronunciamientos de organismos supranacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos y acciones de control por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que, en definitiva, sentaron las bases para la destrucción de toda la secuela de la lucha antiterrorista, se anularan procesos y salieran libres casi todos los imputados como senderistas en cárcel, quienes iniciaron el proceso de reconstitución, toma del sistema educativo y legitimación social para no sufrir el rechazo de una población que los veía como aliados en sus protestas públicas y teniendo el sistema educativo controlado por la izquierda que borró la memoria histórica de los jóvenes para quienes solo existía el fujimorismo y antifujimorismo, aprismo y antiaprismo, razón por la cual en las últimas elecciones nadie vio venir al profesor Castillo liderando el Conare que nació del Movadef, que a su vez surgió de Sendero.
En este escenario, siendo el objetivo de Sendero la llamada solución final a los problemas de la guerra interna, la amnistía general mediante una Asamblea Constituyente, no creemos posible que haya alguien de la izquierda que le pueda disputar el liderazgo marxista leninista maoísta a Abimael Guzmán, y, sabiendo que el aparato militar siempre está subordinado al aparato político que controla éste, la violencia que focalizadamente desate Sendero, siempre buscará un efecto político.
Por tal razón es ridículo pensar que los Quispe Palomino actúan por su cuenta.

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