¿Quién ostenta realmente el liderazgo?

El próximo 14 de junio, el ambiente en el Congreso se anticipa tenso por la interpelación del ministro de Economía y Finanzas (MEF), José Arista. Con apenas tres meses en el cargo, enfrenta críticas por su supuesta incompetencia y falta de liderazgo en asuntos como la pobreza, su actuación al frente del MEF, la detención de obras significativas, las advertencias del Consejo Fiscal y la partida de Carlos Oliva, el balance fiscal, así como la vulneración de derechos laborales, entre otros. Si consideramos esta acción de forma precipitada e imprudente, evitaríamos alimentar la inquietud entre los agentes económicos. El expresidente del Consejo Fiscal destacaba que interpelar al Ministro de Economía es una señal adversa, ya que para los inversionistas extranjeros dicha acción se interpreta como indicador de inestabilidad en las políticas económicas esenciales para el desarrollo.
Interpelar a un ministro de Economía es un hecho poco frecuente globalmente, justamente para evitar emitir mensajes de desaprobación innecesarios, algo de lo que son conscientes los parlamentos. En 2016, durante el procedimiento de destitución de Dilma Rousseff en Brasil, la interpelación y posterior destitución del exministro de Economía condujeron a una fuga de capitales y a la depreciación del real brasileño. La crisis económica argentina de 2018 aceleró los cambios. Luego de la interpelación al exministro de Economía Nicolás Dujovne se desplomó la confianza y causó una fuerte depreciación del peso argentino. En 2019, en Italia, Giovanni Tria, exministro de Economía durante el gobierno de coalición de la Liga y el Movimiento 5 Estrellas, enfrentó interpelaciones que generaron incertidumbre y volatilidad. En Perú, la última interpelación recayó sobre la exministra María Antonieta Alva por su gestión en la crisis sanitaria del COVID-19 en 2020, siendo el caso anterior el de 2004, cuando el equipo liderado por Pedro Pablo Kuczynski rechazó el proyecto Marca II porque sobrestimaba la demanda de agua en Lima.
Un Congreso más prudente habría recurrido primero a las Comisiones de Economía y Presupuesto para interrogar a un ministro que comete errores y muestra debilidad, como el temor que mostró al no observar la ley del séptimo retiro de fondos de las AFP. Un Congreso desaprobado por el 93% de la población debe alejarse de preparar agendas paralelas de interpelaciones ministeriales que únicamente fortalecen la inestabilidad al promover prejuicios negativos que generan mala imagen del Perú en el exterior.
Es vital para el país el apoyo a gestiones internacionales como los viajes a China. El papel de la presidenta Dina Boluarte en la defensa de los intereses de Perú en China es muy importante. China representa un actor fundamental en las relaciones económicas que es necesario mantener, especialmente tras la reciente controversia con el puerto de Chancay. Hemos pagado un precio alto por no desmentir oportunamente las señales erróneas sobre nuestra estabilidad política. China es el 31% de nuestro comercio exterior, siendo el principal destino de nuestras exportaciones y supera en volumen comercial al doble de lo que representa EE. UU. La relevancia de fortalecer y ampliar nuestras relaciones económicas con China es importante ante la cercana cumbre de APEC, de la cual seremos anfitriones. Este evento es una plataforma para consolidar alianzas, atraer nuevas inversiones y posicionar al Perú como un hub estratégico. La visita a China, lejos de ser un trámite diplomático, simboliza nuestra determinación de crecer y de estar abiertos a la inversión y la innovación. Por tanto, la pregunta sobre quién ostenta realmente un liderazgo, que aún no se define, es la clave para fortalecer nuestra economía frente a desafíos futuros como el manejo de los superciclos de alza del cobre, las reformas portuarias y mineras, así como nuestras relaciones internacionales.

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