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¿Quo vadis, Estados Unidos?

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Fecha Publicación: 29/07/2024 - 23:00
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En un comentario anterior destacamos que, como primera actividad difundida tras llegar al Perú como nueva Embajadora de los Estados Unidos, la señora Stephanie Syptak-Ramna divulgó una cita, a puertas cerradas, que tuvo con Gustavo Gorriti; sujeto cuestionado por los impertinentes vínculos que mantiene con la Fiscalía de la Nación y la Corte Suprema. Retrocedamos. Durante el régimen de Toledo, Gorriti operaba en el Perú como un edecán de George Soros, manipulador de sociedades tercermundistas –como la peruana– ligado al circuito de las ONG. Por cierto, la ONG de Gorriti –Instituto de Defensa Legal (IDL)– opera al interior del poder Judicial; tanto como IDL Reporteros, su agencia noticiosa que funciona en los predios mismos del Ministerio Público y los juzgados limeños. No sorprende, entonces, que Gorriti atraiga la atención de la Embajadora de los Estados Unidos. Tanto que ella misma comentó haberse citado con Gorriti apenas llegada al país. Obviamente, la Casa Blanca debe estar retroalimentándose de lo que ocurre en nuestro país con versiones interesadas que le transmite el controvertido personaje apellidado Gorriti.
Tanto se entusiasmó la Embajadora de Washington tras su reunión con Gorriti, que emitió un comunicado de apoyo “a la prensa independiente”. Tal vez echándole una mano a la cuestionada agencia noticiosa IDL de Gorriti, estrechamente vinculada a los fiscales Pérez y Vela (los del pacto secreto con Odebrecht, condonando todos sus delitos; y además consolidando su retorno como proveedora del Estado, pese a los US$ 20,000 millones robados al Perú). De hecho, ni Gorriti es periodista; ni IDL es medio de comunicación.
Igualmente, en un comentario anterior citamos que la embajadora Syptak-Ramna dejó en claro, desde el primer día del inicio de sus funciones en Lima, su posición crítica contra el proyecto de ley –que se debate en el Congreso–sobre los multimillonarios financiamientos que reciben las ONG que operan en Perú. Entre ellas figura IDL, favorecida por USAID; agencia del Estado norteamericano. También la embajadora Syptak-Ramna se reunió con el inefable Piero Corvetto, extrañamente repuesto en la jefatura de ONPE. Personaje que, en contubernio con la cabeza de JNE (Jurado Nacional de Elecciones), Jorge Luis Salas Arenas, se opuso a facilitarle el Padrón de Firmas que lleva ese organismo, para confrontarlo con la denuncia de notables políticos encabezados por Lourdes Flores sobre fraude electoral, asegurándose el triunfo del ágrafo, corrupto, pro sendero Pedro Castillo. ¡Quizá con el agrément de Washington! Esto, a contrapelo del talante opositor que ha demostrado EEUU en el impresentable fraude electoral ocurrido en Venezuela. Para este escriba, el admirador del temperamento demócrata y defensor del Estado de derecho que ha mantenido EEUU con nuestro país durante su muy extensa historia resulta decepcionante el temperamento que, de unos años a hoy, Washington le demuestra al Perú. Esto, no obstante los firmes esfuerzos que hacen los desencantados sectores democráticos peruanos que porfían por promover y defender el credo de Occidente; a contrapelo de la creciente actitud desinteresada que percibimospor parte del país líder de Occidente. ¡Cómo sería esto con un Estados Unidos gobernado por Kamala Harris!

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