¡Rebelión en la granja!
Con una Fiscalía de la Nación que supura podredumbre, imposible encarrilar al Perú al ordenamiento constitucional, sujeto al Estado de derecho que ordena su Carta. Como nación, permanecemos desbarrando a niveles de espanto, sometidos a la red de intereses políticos de una organización criminal caviar que lidera Gustavo Gorriti Ellenbogen, sujeto empecinado en apropiarse de la vida, salud y patrimonio de 33 millones peruanos, sin haber sido elegido por el voto democrático del pueblo. Ayer, también, concluimos nuestro comentario cuestionando la desidia que transpira el Legislativo para evitar el secuestro de nuestro establishment político a través de la Fiscalía y el poder Judicial. Aquello implica el quiebre constitucional, moral, social y político que, sin dudarlo, perjudica severamente a nuestra sociedad. Ayer, también, informaba EXPRESO que la fiscal suprema, Delia Espinoza (quien pertenece a la cultura caviar) fracasó al intentar que el correcto Juez Supremo Juan Checkley acepte su pedido de impedimento de salida del país para la suspendida Fiscal de la Nación Patricia Benavides. Checkley puntualizó que el pedido carece de pruebas. Es decir, demostró la nadería de Espinoza. El contragolpe de esta última fue incluir como imputado al citado vocal Supremo. Peligroso talante vengativo impropio de una Fiscal Suprema; por más empecinada esté por impedir el retorno de Benavides como Fiscal de la Nación. Evidentemente, el futuro paso de Espinoza será recusar al Juez Supremo Checkley, apuntando a su reemplazo por Saúl Peña, magistrado ligado al estudio caviar de Ugaz Sánchez Moreno.
Precisamente ahí nace el hilo de la maneja que tiene cautivo al país. Hablamos de la trama urdida por Gustavo Gorriti para evitar, a toda costa, el retorno de Benavides al cargo del que ha sido suspendida sin justificación legal. La urdimbre de Gustavo Gorriti propone opciones. Una, que la Junta de Fiscales Supremos dé por concluida la elección de Benavides y nombre un nuevo Fiscal de la Nación. Otra, que un fiscal investigue a Benavides y solicite a un juez suspenderla de sus funciones. Decíamos ayer que Gorriti utiliza a jueces y fiscales como sus esbirros, imponiéndoles tareas que, inconstitucionalmente, estos cumplen sin dudas ni murmuraciones, pues saben que caso contrario serán despedidos, perseguidos, procesados, condenados y liquidados profesionalmente.
Enrique Ghersi, prestigioso hombre de leyes, explica con gran lucidez la coyuntura actual: “Estamos ante un claro intento de intimidación contra el Juez Supremo de Investigación Preparatoria Juan Carlos Checkley, incorporándolo en el proceso contra la Dra. Enma Benavides y su hermana, la Fiscal de la Nación suspendida como investigado”. Y agrega: “Sin la más mínima corroboración, acaso ¿no se está extralimitando al implicar a un Supremo de esa manera? La consigna política es obvia”. Conclusión: ¿Permitirán los parlamentarios que Gorritti siga manipulando la Justicia? ¿Es democrático que Gustavo Gorriti presione a jueces/fiscales, violando el ordenamiento legal para saciar su inacabable hambre de poder? ¡El despotismo que transpira Gorriti es asqueroso; y la pusilanimidad de los legisladores lastimosa! ¡Nuestros legisladores podrían cambiarlo todo! Comenzando por la Junta Nacional de Justicia. ¿O esperan que este país colapse para transformarse en Venezuela II?
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.