Recesión a la vista
La economía peruana, como todos sabemos, no está creciendo. Son muchas las razones para haber llegado a este descalabro, entre ellas, políticas tributarias no aplicables a nuestra realidad, políticas monetarias desfasadas y desentendimiento de la realidad. A esto tenemos que agregar el ruido político, la fricción constante entre el Ejecutivo y el Legislativo que no da ningún tipo de confianza a los inversionistas, por lo que dejan los proyectos en stand-by.
En adición tenemos que reconocer que nuestro sector minero que representa más del 60 % de nuestras exportaciones está en crisis. Tía María, que era la esperanza económica del Ejecutivo, que no prospera por una decisión unilateral del mismo Ejecutivo de ignorar razones muy válidas y legales que han planteado los campesinos defendiendo sus tierras y su forma de vida. Cómo si esto fuera poco, la situación mundial no es nada alentadora. Dos grandes expertos de la economía, Nouriel Roubini y la senadora americana Elizabeth Warren, precandidata demócrata a la presidencia de los EE.UU., quienes fueron de los pocos que en el 2007 predijeron la caída de la economía de los Estados Unidos, nuevamente nos avisan que el mundo está a punto de entrar a un ciclo económico recesionario. Ellos citan como razones, entre otras, el decrecimiento de la manufactura, el sobreendeudamiento de las familias americanas; problemas entre EE.UU. y China; problemas en Europa; la sobrevaloración de activos con un Profit/earnings ratio de más de 50 %, lo que está sobre el promedio, y el factor Trump que no es confiable. Estos avisos son para ser tomados muy en serio; nuestra economía está muy débil para aguantar una recesión mundial. Si eso sucediera, con nuestros problemas internos a cuestas, podríamos entrar en una depresión de la cual sería muy difícil salir.
El Perú no ha estado en depresión desde el primer gobierno de Alan García. Eso significaría más pérdidas de empleos, una baja en la calificación mundial soberana del Perú y, con los problemas mineros que tenemos, perderíamos otro quinquenio sin ninguna esperanza de crecimiento, quedando las necesidades y brechas sin ser cubiertas. De las muchas recomendaciones que se le puede dar al Ejecutivo, dos son imperativas para mitigar esta potencial “tormenta perfecta”: 1. Ejecutar el presupuesto de obras de infraestructura, lo que crearía trabajo e ingresos para la gran mayoría. 2. Bajar el ruido político, decidirse a trabajar en equipo con la misión de mejorar la economía de los peruanos. El Ejecutivo tiene que hacer lo que pueda hacer, estas dos recomendaciones están dentro de sus capacidades y tendrán un efecto inmediato. Es su decisión y responsabilidad protegernos contra este potencial problema, confiemos que esta vez la lógica y el bien nacional prevalecerá sobre todo lo demás. Lima 26 de Julio 2019
CARLOS R. REPETTO CASTRO, MBA*
(*) Ingeniero Industrial graduado y titulado de Northeastern University, Boston MA, USA, y Magister en Administracion y Finanzas de University of New Hampshire, Durham, NH, USA.