A recuperar el equilibrio estratégico
En relación a la compra de aviones de combate, hay que tener en cuenta que, al entrar en operación el megapuerto de Chancay, algunos de nuestros vecinos, especialmente Chile, sentirían que sus intereses resultarían afectados. Y en el caso de nuestro vecino del sur, hay que considerar que el problema trasciende el tema de Chancay. Ya desde hace algunos años, el Callao supera al puerto de San Antonio (el más grande de Chile) y la modernización de nuestros otros puertos de provincias es un proceso por el que no ha atravesado Chile. Asimismo, entre otros aspectos, está el tema de las exportaciones agroindustriales, especialmente en los casos de la uva de mesa (exportación emblemática chilena), de los arándanos, etc., en los que Perú ocupa el primer lugar. El Ministerio de Comercio Exterior estima que en el 2027 Perú superaría a Chile en el volumen de las agroexportaciones, las cuales ya alcanzarían este año US$ 12,000 millones. Asimismo, también causa una profunda preocupación en Chile la alianza entre SIMA Perú y Hyundai Heavy Industries para fabricar buques para la Marina Peruana y para uso civil, precisando el MEF que dicho contrato representa una inversión de US$ 1,000 millones. Además, tanto el Ejército como la FAP también han suscrito contratos con otras empresas del Grupo Hyundai.
Y hay otros temas que generan preocupación, como el hecho de que Chile esté atravesando una aguda escasez hídrica. Según el Instituto de Recursos Mundiales (World Resources Institute), en 2023 Chile fue clasificado como uno de los países con mayor estrés hídrico del mundo, con riesgo de quedarse sin suministro de agua para 2040. Mientras que aquí no solo no tenemos esa situación, sino que ya están en proceso proyectos de irrigación que duplicarían a 500 mil hectáreas la cantidad de tierra destinada a la agricultura moderna. Y Chile no puede hacer lo mismo (perforar los Andes para traer agua), porque esa parte de la cordillera pertenece a Argentina.
De acuerdo a lo anteriormente reseñado, Chile tiene una serie de preocupaciones (¿resentimientos?) que se están potenciando con la próxima inauguración de Chancay. Asimismo, aunque en menor medida, hay otros vecinos que se sentirían afectados. En este contexto, hay que recordar las palabras del comandante general de la FAP, general del aire Carlos Enrique Cateriano: “Los sistemas aéreos vigentes de la FAP, muchos de ellos con más de 40 años en operación, han llegado a un punto en que su modernización no es opcional, sino una necesidad urgente para garantizar la defensa, seguridad y desarrollo nacional”. Mientras nosotros renovamos aviones con más de 40 años de uso, Chile los renovaba casi permanentemente, ya que tenía la Ley Reservada del Cobre, de 1958, que fue modificada por Augusto Pinochet para aumentar la capacidad de las instituciones militares para adquirir equipos. En el 2019, el Parlamento chileno derogó la llamada “ley reservada del cobre” y estableció una nueva fórmula para financiar las compras de equipos militares.
De otro lado, nada de lo anteriormente explicado se aplica a la compra del nuevo avión presidencial, que no es prioritario.
Es bueno recordar que la historia reciente nos enseña que se han generado conflictos de un momento a otro y, a veces, sin motivo aparente, simplemente por conveniencia de alguna de las potencias de turno.
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