Renuncie, Castillo
La camorra comunista/senderista que lidera Cerrón quiere incendiar la pradera. Es su única respuesta a una demoledora, irrefutable denuncia contra su polichinela Castillo. Confirmando su entraña extremista, Vladimir Roy Cerrón Rojas, natural de Chupaca, llamó a sus huestes violentas a “defender con uñas y dientes al gobierno popular” para “vencer o morir”, en claro intento por convertir al Perú en colonia de Cuba. Faltó gritar “Patria o muerte, venceremos”, como su paradigma Fidel. Porque en vez de exigir que se aclaren las evidencias de corrupción que sindican al aún presidente Castillo, ocurre que este tal Cerrón (igualmente condenado por corrompido por malversar fondos del gobierno regional de Junín) solivianta a alzarse en armas en respaldo a un presidente impresentable, a quien los peruanos repudian y exigen que renuncie de inmediato, o que lo vaque el Congreso, que lo acuse constitucionalmente, o lo que fuere; con tal de salir cuanto antes de este sátrapa para evitarle mayor daño a la nación. Fue patético escuchar el domingo a un desencajado Castillo culpar de sus trapacerías a un complot del Ministerio Público, cuando a lo largo de estos ocho meses transcurridos desde que el JNE le regalase la presidencia, la Fiscal de la Nación Zoraida Ávalos no ha movido un dedo para investigar la montaña de evidencias que comprueban la esencia corrupta de quien sigue administrando el Estado peruano.
A esto se debe que buena parte de la sociedad esté hastiada de la corrupción que carcome al país, mientras la Fiscalía de la Nación se pone de perfil ante las imputaciones que señalan a Castillo. Inclusive el Ministerio Público se opuso a recibir una denuncia de la “gestora de negocios” Karelim López, a cambio de acogerse a la condición de Colaboradora Eficaz. López dice que es testigo de cómo Castillo intervino para favorecer a sus patrocinados en licitaciones multimillonarias con el Estado. Alega que Castillo participó en los chanchullos porque, según le habría confiado, “necesitaba las coimas para pagar deudas contraídas para financiar su campaña.” Por su parte César Nakazaki, abogado de López, denunció que la Fiscalía anticorrupción, a cargo de Omar Tello, se opuso a recibir esta denuncia de López. Por suerte, sostuvo, “otra fiscalía (la de lavado de activos) le abrió (una nueva) investigación a mi defendida, pues la de anticorrupción se negó a recibir la declaración donde implica a Pedro Castillo”. Y agrega: “Mientras el fiscal Tello permanezca en esa fiscalía no habrá garantías.”
El presidente de la República no sólo debe ser honrado, sino parecerlo. Con Castillo no sucede ni una ni otra alternativa. ¡Simplemente es un presidente deshonesto! Las evidencias que a lo largo de estos ocho meses han aportado medios de prensa locales y extranjeros, describen ineludiblemente su lado negro. Como consecuencia, quienes integran su gobierno –sus ministros, salvo una o dos raras excepciones- responden a la misma genética torcida que exhibe su jefe.
El Perú no merece seguir envuelto más tiempo en semejante encrucijada, por culpa de un presidente cognitiva y moralmente incapacitado para gobernar, elegido durante un proceso cuestionado. ¡Vacancia ya!
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