¡Renuncie o será vacado, Presidente!

La inteligencia cubana y el Foro de Sao Paulo han reescrito la historia de la minería peruana y del Gas de Camisea, junto con oenegés como Grufides, donde trabajaba la actual premier Mirtha Vásquez respaldando al comunista cura Arana; ambos rabiosos antimineros.

El propósito es tergiversar la verdad –que la minería moderna SÍ aporta al progreso económico, social y ecológico de las poblaciones nativas-, para agudizar las contradicciones, generar caos y malestar general, como armas para institucionalizar la violencia en los asentamientos mineros y gasíferos.

Esto forma parte del programa de gobierno, escrito para Pedro Castillo, orientado a expropiar la empresa privada para entregársela a un carnaval de organismos públicos, adonde los jerarcas y burócratas de turno llenarán sus bolsillos; mientras el pueblo quedará sepultado bajo un marasmo de miseria y represión. Lo ocurrido últimamente en la minería revela que la avanzada castro/chavista es irreversible.

Y por tanto, Pedro Castillo es cada día más prisionero de un consorcio zurdo, foráneo, que ha decidido engullirse el Perú. ¡Está demostrado que Castillo no preside el país! Su figura es sólo la de un monigote a quien le escriben mensajes (que lee mal), repitiendo el libreto del marxismo transnacional. Es incapaz de comprender lo que está ocurriéndole al Perú, y lo que está sucediendo a su alrededor.

En síntesis, Castillo no puede ni debe –y, probablemente, ni quiere- ejercer el cargo de jefe de Estado. Es un neófito instalado por terceros en palacio de gobierno, incapaz de entender lo que es manejar las riendas de un Estado.

Y ello conlleva nada menos que arriesgar la vida y patrimonio de 32 millones de ciudadanos, que cada día sobreviven más abandonados, expuestos a una mortal crisis sanitaria, una inseguridad de pánico, una miseria galopante, un desconcierto escalofriante y una indignación generalizada. Usted, señor Castillo, no tiene derecho a exponer a los ciudadanos a una situación de tanto riesgo, como la que usted ha permitido para satisfacer su ego, siendo consciente de que el Perú está desbarrancándose por culpa suya. ¡De nadie más, señor Castillo!

Usted, señor Castillo, ataca a la minería influenciado por su primera ministra y notable antiminera. ¿Conoce acaso que en 17 años el Consorcio Camisea facturó US$ 29,300 millones, pero aportó al Estado US$11,000 millones por concepto de Canon; además de US$4,000 millones en otros impuestos? ¡Sólo Cusco recibió S/ 16,000 millones del canon gasífero! ¿Sabrá que la minería ha generado decenas de miles de puestos de trabajo, y que comparte resultados con las regiones? ¿Sabe que desde que arrancó a operar, en 2011, Antamina ha contribuido con US$12,530 millones en impuestos, buena parte entregados a la región Áncash? ¿Sabe que otras empresas mineras han permitido que Arequipa reciba S/4,019 millones por canon minero; Cajamarca S/ 3,231 millones, La Libertad S/ 3,173 millones; Moquegua S/ 2,202 millones, Tacna S/ 2,111 millones? ¿Sabe qué hicieron los gobiernos central, regionales, locales con tanto dinero? ¿Sabe que con estas cifras Perú debería ser un país rico? ¡No, señor Castillo! ¡Usted no sabe nada! ¡Por tanto usted debe renunciar! ¡O será vacado!

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