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¡Renuncie, señor presidente!

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Fecha Publicación: 14/08/2019 - 22:00
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Los “audios de la vergüenza” ponen al descubierto la total incompetencia de Martín Vizcarra, cuya permanencia en la Presidencia de la República es insostenible. Pero aquí no solo estamos hablando de su incapacidad para gobernar, sino que hemos sido testigos de cómo el jefe de Estado es parte de la vil estrategia para revertir una licencia legalmente otorgada a la empresa minera Southern Copper para la construcción del proyecto Tía María.

Durante la reunión que sostuvo Vizcarra -el pasado 24 de julio- con el gobernador regional de Arequipa, Elmer Cáceres Llica, y demás autoridades de la zona, el dignatario deja claro que su posición es en contra de la autorización, por lo que promete brindar apoyo técnico para que el recurso de revisión planteado ante el Ministerio de Energía y Minas esté bien argumentado.

“Lo que hay que hacer es revertirlo (el permiso), y revertirlo también administrativamente. ¿Con qué? Con la medida que presenta el gobernador. (…) Vayamos juntos. O sea, las posiciones técnicas que ustedes tengan las respaldo para ver y fortalecer”, se le oye decir -con desparpajo- al mandatario.

Al día siguiente de este encuentro llevado a cabo en la Ciudad Blanca, el “autónomo” Consejo Nacional de Minería admitiría el recurso de revisión interpuesto por Cáceres Llica para tumbarse la licencia de ‘Tía María’, con lo que, días después, se procedería a suspender el permiso hasta por 120 días en tanto se resuelven las supuestas “irregularidades” advertidas por el Gobierno Regional de Arequipa.

Lo que ha sucedido es evidente: el Gobierno de Martín Vizcarra suspendió la licencia del proyecto cuprífero para calmar a los extremistas antimineros mientras que los técnicos palaciegos revestían de legalidad el recurso de Elmer Cáceres, para finalmente anular la autorización. Eso fue lo que Vizcarra ofreció a las autoridades arequipeñas, tal como revelan los audios publicados por EXPRESO.

Poco le importó al gobernante quebrar la seguridad jurídica (¿quién va a querer invertir un mango con tan nefasto precedente?) y poner en juego el desarrollo económico del país. Un estadista se hubiera encargado de gritar a los cuatro vientos que la minera Southern Copper iba a utilizar agua del mar y transportar los minerales en tren. ¿Pero qué hizo el populista que está sentado en el sillón de Pizarro? Pactar bajo la mesa con autoridades radicales, los mismos que lo apoyaron cuando presentó una nueva cuestión de confianza para confrontar al Parlamento. Favor con favor se paga.

¡Renuncie, señor presidente! No arrastre a todos los peruanos en su mediocridad. Dese cuenta de que el cargo le quedó inmenso. ¿No tiene ninguna obra que mostrar? Pues bien, su hidalga dimisión sería la más importante (y tal vez la única) del Gobierno que empezó el 2016 con PPK. Váyase por la puerta grande, entre olor a flores y multitud, si le da la gana, pero váyase y váyase solo.