Repercusión de la confrontación Rusia-Ucrania
La acción militar entre los países europeos de Rusia y Ucrania inevitablemente repercute económicamente en los otros continentes y países. El 24 de febrero de 2022 la Federación de Rusia inició esa acción en salvaguarda de su integridad y seguridad. Como opinamos en enero en EXPRESO, se informaba periodísticamente que Estados Unidos y la OTAN (conformada por países de Europa Occidental e incluyendo a Polonia, República Checa, Eslovaquia y otras) estaban cercando militarmente al territorio ruso; Ucrania era utilizada para iniciar la confrontación. Incoada la ocupación militar rusa a Ucrania, Estados Unidos y países componentes de la OTAN, respaldan militarmente a Ucrania, además han impuesto a Rusia graves sanciones económicas evidentemente para destruir su economía.
Rusia en respuesta ha adoptado también medidas, entre otras dejar de provisionar petróleo y otros combustibles a países integrantes de la OTAN. En la confrontación de recíprocas sanciones se ha afectado seriamente la economía y la vida de la gente no solamente de integrantes de la OTAN, sino que el problema se ha extendido en el mundo. Una consecuencia es la elevación en el mundo del precio del petróleo, gas y otros combustibles, y se ha perjudicado la provisión de alimentos (trigo), fertilizantes y otros productos de procedencia ucraniana y rusa. Consecuencia: precios altos de combustibles y transportes, falta de trigo; hay carencia de fertilizantes que desmejoran la producción agrícola, y los precios de casi todos los productos se han elevado considerablemente. El íntegro de la población sufre la carestía de la vida.
No obstante que era previsible esa contienda militar, los gobernantes peruanos no adoptaron medidas para evitar las consecuencias de la evidente elevación del precio del petróleo a nivel mundial, el no poder importar trigo y fertilizantes. Debían haber previsto que subirían los precios del transporte y alimentos y que las remuneraciones de los trabajadores no alcanzan para la subsistencia familiar. Paralelamente comenzó la carencia de nuevos puestos de trabajo por falta de inversiones incrementando la informalidad y la pobreza. Además, por el “pregón electoral” y la incapacidad gubernamental de los electos para los Poderes Ejecutivo y Legislativo (aunado a sus confrontaciones) no han fortalecido la economía nacional para incrementar la producción de bienes para el consumo interno y la exportación. Objetivamente tampoco actúan para atraer empresarios nacionales y extranjeros para constituir importantes centros productivos de bienes y servicios que generen puestos de trabajo.
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