Resiliencia hídrica y medioambiental post Covid-19
El 4 de octubre celebramos el Día Interamericano del Agua. Es motivo de algunas reflexiones. La pandemia del Covid–19 está golpeando duramente la economía de Perú y más de seis millones de peruanos están soportando la incertidumbre ante la amenaza de la pobreza, que algunos especialistas consideran que alcanzaría el 30%. Prácticamente un retroceso de diez años.
Ante este gran problema nacional y ad portas de elecciones generales y un nuevo gobierno en julio de 2021, es importante que la agenda electoral considere el tema del agua, vista desde sus fuentes naturales, pasando por el servicio de agua y saneamiento, el tratamiento de las aguas residuales, la contaminación, los efectos de la variabilidad climática y culminando con la gestión ecosostenida de este importante elemento natural, cuyos servicios ecosistémicos son vitales para el bienestar y la salud pública, y para las actividades agrícolas, alimentarias, industriales, energéticas, recreación , turismo, etc.
Debemos saber interpretar política y socialmente aquellos mensajes positivos que nos da la naturaleza en las actuales circunstancias de coronavirus: reducción de la contaminación del aire y el agua natural, menos ruido en la ciudad, disminución de los gases de efecto invernadero, recuperación de la biodiversidad, etc. Todo producto de la inmovilización social. Pero ante la falta de respuestas políticas inmediatas de resiliencia, mitigación y adaptación ante la pandemia, todo está involucionando al lamentable estado de comienzos de año.
Y esta falta de visión y prospectiva político-económica-medio ambiental debe hacer reaccionar a los candidatos y partidos políticos, para que en sus propuestas de gobierno, consideren políticas, planes, estrategias y programas, relacionados a la gestión del agua y el medio ambiente, por su innegable implicancia en el desarrollo nacional y la mitigación y adaptación al cambio climático.
La pandemia nos ha dicho subliminalmente: el agua es un derecho humano al que deben acceder todos los peruanos; es un recurso que debe ser valorado por el sector empresarial; es condición indispensable para eliminar la pobreza; debes cuidarla, protegerla y democratizarla para la reducción de las brechas sociales; es condición sine qua non para una sana biodiversidad y sus servicios ecosistémicos; debes administrarla con eficiencia para impulsar las actividades económicas, el mejoramiento de los servicios públicos y la recuperación nacional; y que si quieres ser un buen ciudadano, debes ejercer buenas prácticas hídricas y medio ambientales desde la niñez.
Por lo tanto, es urgente y necesario construir resiliencia hídrica y medio ambiental que parta desde una economía verde y un gobierno con vocación, actitud y acción de cambio político-ecológico, donde el desarrollo económico vaya paralelo al desarrollo social inclusivo, y siente bases firmes y sostenibles para la recuperación del equilibrio sociedad-naturaleza, y el bienestar de todos los peruanos.
Luis Luján Cárdenas
