Respeto a la institucionalidad
Posiblemente la palabra ‘institucionalidad’ sea una de las más usadas en la última década cuando se trata de señalar los principales factores que determinan nuestro relativamente bajo nivel de desarrollo económico. De la misma manera, la palabra ‘corrupción’ es la más reiterada y, además, está asociada a la debilidad institucional de la que nos quejamos.
Pero no siempre la palabra más usada es la mejor comprendida, incluso podríamos decir que, puede llegar a ser la peor usada, especialmente por quienes ganan con la debilidad institucional y la corrupción.
Conozcamos un poco más de ambas palabras: institución proviene del latín institutio, y está conformado por in, que significa penetración, statuere, que implica estacionar, colocar, y por el sufijo ‘ción’, que implica acción o efecto.
Por eso, la institucionalidad es el esfuerzo que hace una sociedad por fijar de la manera más profunda posible todas aquellas normas a las que deben sujetarse sus miembros con el propósito de alcanzar un objetivo mayor que beneficiará a todos.
Se debe entender asimismo que el fundamento de una institución es buscar la capacidad de sometimiento personal al objetivo de la sociedad o del país.
Para entender mejor, es importante que consideremos también el término ‘organización’ que, etimológicamente, proviene del griego organon, que significa instrumento, utensilio, órgano o aquello con lo que se trabaja. Es decir, la organización es el instrumento que usa un conjunto de personas que tienen un objetivo en común para buscar soluciones a sus problemas. Las organizaciones –llámense sindicatos, gremios, asociaciones– tienen la misión de construir normas y establecerlas como fundamento de la vida social, económica y política del país. Adex, por ejemplo, es una organización que tuvo la visión de que la exportación es uno de los mejores medios para el progreso y bienestar de los peruanos y ha trabajado arduamente para construir una economía competitiva y abierta.
Por otro lado, la palabra corrupción viene del latín corruptio, conformado por el prefijo ‘con’, que significa ‘junto’; el verbo ‘rumpere’, que se traduce como ‘hacer pedazos’; y el sufijo ‘tio’, que es equivalente a ‘acción y efecto’.
Entonces, queda claro que corrupción es el acto mediante el cual se rompe o hace pedazos una organización. El proceso de corrupción suele empezar en el momento en que el interés personal prima sobre el interés de la organización y del país y se agrava cuando la organización no tiene los medios para resolver sus diferencias y para evolucionar.
Si cada peruano participa en una organización y se compromete a fortalecerla en representatividad y capacidad de propuesta, ese peruano contribuirá al cambio y progreso del Perú. No traicionemos a nuestras organizaciones, hagámoslas más fuertes.