ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Responsabilidad del Estado en los conflictos

Imagen
Fecha Publicación: 25/03/2019 - 21:20
Escucha esta nota

El reciente conflicto entre la empresa china MMG y las comunidades de Fuerabamba y Challhuahuacho en la región Cusco ha llamado la atención de la prensa capitalina a raíz de las quejas por la imposibilidad de transportar el mineral extraído de Las Bambas a la costa sur para su exportación, con el consiguiente impacto en los ingresos de la minera.

A lo mencionado se agregan las noticias que vienen desde la región Loreto sobre la ocupación de las instalaciones del Lote 95, a cargo de la empresa Petrotal, y las primeras escaramuzas en las preparatorias de la consulta previa del lote 192, hoy operado por la trajinada Frontera Energy y que en el corto plazo estará a cargo de la nada transparente Petroperú.

La posición desde una mirada capitalina es la exigencia del llamado “principio de autoridad”, o sea, la intervención policial a gases lacrimógenos y fuego, posición que parece gustarle hoy al inquilino de la Casa de Pizarro. Alguna encuesta debe haberlo entusiasmado. Lo que no dicen los sondeos de opinión es si en el desenlace habrá heridos y muertos.

El tema de fondo va más allá, siempre se hace lectura del colofón y no del prefacio. Las situaciones conflictivas se originan desde los preliminares de la consulta previa y los talleres que anteceden a la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA).

En la consulta previa, el facilismo lleva a los funcionarios del Ministerio de Energía y Minas (MEM), a buscar consensuar con grupos minoritarios de legitimidad discutible. Acaba de ocurrir en el lote 192. En los EIA hay una gran laxitud en la aprobación. Es el caso del camino, hoy materia de conflicto, en Las Bambas.

Desde el origen se configura un conflicto potencial, cuya evolución hacia una fase de toma medidas de fuerza y violencia no se monitorea en absoluto y se hace inexorable tarde o temprano.

La responsabilidad estatal está desde el inicio. Y el MEM, con su titular de turno, actúa haciéndose de la vista gorda, elevando ruegos celestiales para que no ocurra nada en su gestión. De escalar el conflicto, lo que hace es prometer lo que  no va a cumplir y nos vemos en la próxima crisis. Es un círculo vicioso del que es necesario salir.