Retornando al Estado de derecho
En la vida, amable lector, la Justicia tarda pero llega. Muchas veces extemporáneamente; otras, oportunamente. Es el caso de la defenestración de una mafia que —de manera no solo arbitraria, sino ilegal e inconstitucional— desaforó del Ministerio Público a los fiscales que no comulgaban con el hampa caviar, secuestrando los altos cargos directivos de la Fiscalía de la Nación para repartirlos entre una pandilla de politizados sujetos, a los que la Justicia deberá procesar y condenar por el irrecuperable perjuicio que le han causado al Perú en los últimos años. Ello desde que se encumbraron prepotentemente en la sustancial institución fundada por don Gonzalo Ortiz de Zevallos Roel durante el régimen de Fernando Belaunde.
Como correspondía —considerando que nuestra Justicia continúa secuestrada desde hace décadas por la camorra caviar representada por Gustavo Gorriti Ellenbogen—, finalmente una remozada Junta Nacional de Justicia hizo valer su verdadera razón de ser, desarmando el castillo de naipes construido por los caviares para apropiarse del sistema de justicia del país. Comenzando por el Ministerio Público, y avanzando —como lo están— por las entrañas del Poder Judicial, para convertirse en zares de nuestra Judicatura.
Anoche, sin embargo, la Junta Nacional de Justicia (JNJ) dio a conocer que había resuelto declarar nulo de oficio todo lo actuado respecto al abusivo, prepotente, prevaricador e ilegal proceso sancionador —acordado con nocturnidad, el año pasado— para separar de muy mala manera a Liz Patricia Benavides Vargas del cargo que venía ejerciendo como Fiscal de la Nación. La JNJ retrotrajo el proceso hasta antes de emitirse el Informe de Instrucción N.º 063-2024-LITN-JNJ, debiendo reponerse la causa al estadio de emitir nuevo informe instructor. Simultáneamente, la JNJ ordenó dejar sin efecto las medidas disciplinarias de destitución impuestas contra Liz Patricia Benavides Vargas y proceda a su reincorporación inmediata a la institución, salvo mandato judicial o administrativo en contrario.
En pocas palabras, anoche la JNJ incorporó como Fiscal de la Nación a Patricia Benavides, distinguida profesional humillada y desprestigiada criminalmente por la mafia caviar que lidera el sátrapa Gorriti. En simultáneo, cumpliendo con lo ordenado por la Corte Superior de Lima, la JNJ también incorpora como Fiscal Supremo a Tomás Aladino Gálvez, otro distinguido funcionario destituido por la mafia Gorriti.
Enorme victoria para el destacado político y abogado Jorge del Castillo y el jurisconsulto Humberto Abanto; asimismo, una aplastante derrota para los Gorritis, Domingo Pérez, Vela Barba, Pablo Sánchez, Zoraida Ávalos y demás operadores del clan caviar.
Un notable avance para la recomposición de la democracia y el Estado de derecho en este maltratado país, tras casi un cuarto de siglo de estar secuestrado por la inmundicia caviar. El perjuicio generado por semejante organización criminal es colosal, y sus consecuencias a futuro son impredecibles. Porque las raíces de esta podredumbre de gentuza se extienden a los espacios más siniestros del hampa sociopolítica nacional e internacional.
La tarea de la fiscal Benavides Vargas será titánica. Empezando por la despolitización de su institución, en medio de una sociedad amenazada por una delincuencia más que salvaje.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.
