San Pablo de Valera, Amazonas
40La cuarentena experimentada sacó lo mejor de los seres humanos en materia de solidaridad y convivencia, como también en otras personas ha revelado lo perverso y negativo. En fin, hay de todo en la viña del Señor. Pero cuando de libertad de prensa se trata, no podemos dejar a nuestros colegas solos ante la dureza de las amenazas de las autoridades, sean estas oficiales o comunales.
La alerta se ha encendido y vino desde el Facebook del periodista Andrés Gutiérrez Ledesma por sus pesquisas de carácter público realizadas en la región Amazonas, especialmente cuando informaba sobre la falta de criterios y sentido común de parte de quienes estaban a cargo de los retenes y tranqueras. Pero la presencia periodística del colega Andrés puso nerviosos a muchos, con flancos desde donde se lanzaron amenazas contra su labor de prensa.
Obviamente el tiempo dirá cuánto pan hay por rebanar en esa región o tela que cortar en localidades alejadas de la capital como San Pablo de Valera, pues de momento esta columna lo que hace es solidarizarse con un hombre de prensa y advertir a los gremios periodísticos acerca de la intimidación o amedrentamiento hecho público.
De momento reviste especial atención de las autoridades nacionales el hacer que el Estado de Derecho se cumpla en San Pablo de Valera, provincia de Bongará (región Amazonas), porque si hay nerviosismo ante un periodista que pisa sus tierras, algo grave podría estar pasando en una zona hermosa y de geografía paradisíaca de nuestro país, peor cuando esa belleza contrastaría con la vida atemorizada de una población.
Por si acaso, en el país no se puede permitir un Estado dentro de otro Estado, ni cotos de extraterritorialidad; y nadie, sea alcalde, juez de paz, comisario, presidente de la comunidad o presidente de las rondas puede estar por encima del imperio de la Constitución ni del respeto al prójimo.
