Sé alguien con quien vale la pena vivir
Compartir la vida con la pareja, familia y sociedad, requiere de algo muy importante que se basa, como se define la persona, en su palabra, compromisos adquiridos, como honrar a las personas, no ser obstinado, grosero, terco, poseer una mente libre, de equilibrio, manejar las aflicciones emocionales, ser disciplinado, tener disposición de ayudar al prójimo, al necesitado, al humilde, sin discriminar a nadie por su condición social, económica, cultural, aceptar a la personas como son, tener la honestidad de aceptar los errores y corregirlos, manejar el orgullo, ser una persona simple, sencilla, sensible, humanista, siempre pensando en el bien de las personas.
Una mente prejuiciosa es sentir y percibir que todo es malo, que las actitudes buenas de las personas son por algún interés, no tienen la capacidad de darse cuenta que existen personas buenas, que lo único que desean es el bien de los demás, sin solicitar nada a cambio. Esta forma de pensar no es de la noche a la mañana, es un proceso de aprendizaje, que viene de generación en generación y nadie se ha puesto un límite, hasta acá llego, quiero cambiar, no puedo seguir viviendo que todo es nocivo, difícil cambiar, pero no imposible, es un tema de madurez, experiencia de vida, de cómo has construido la vida interior. Si el ser humano se ha desarrollado en un ambiente de mentiras, hipocresía, traición, envidia, desconfianza, celos con la idea de que hay que aprovecharse de los demás, es un mal pronóstico, empero, he conocido personas con este perfil, pero han cambiado, porque se han dado cuenta que la vida no es como se la enseñaron, que las personas tienen la oportunidad de ser distintas, merecerse el respeto, la admiración, que vale la pena vivir con la persona o personas, de ser amado, querido, recordado y servir de referente para otras personas, que no creían en los cambios, pero la voluntad de darse cuenta que estaban en un camino equivocado, escogieron el correcto.
Para ser alguien con quien vale la pena vivir es clave liberarse de las perturbaciones que sienten las personas, creciendo espiritualmente, darte cuenta que eres una persona buena, te agrada hacer las cosas bien, que puedes mantener relaciones humanas satisfactorias, que aprendes de las otras personas y que refuerzan tus buenas actitudes frente a la vida, aceptar que todos tenemos el potencial creativo, poseemos una memoria episódica de los hechos, dónde y cuándo, nos va ayudar a tener un vida social activa, que nos va a permitir conocer nuestro cerebro para vivir mejor.
Para estar bien con uno mismo y los demás ayudan mucho los ejercicios, que al realizarlos segregan en el cerebro sustancias bioquímicas de plenitud, satisfacción y equilibrio, aunado a dormir bien, sus ocho horas, después del almuerzo realizar una pequeña siesta, comer bien, lo ideal es cinco comidas al día, un buen desayuno, a media mañana una fruta, almuerzo con regular verduras, pescado, pollo, carne, en la tarde, una gelatina y en la cena, algo ligero. Estás sugerencias mantienen a las personas activas y con mucha empatía.
Si quieres ser alguien con quien vale la pena vivir, cuida la mente humana, en forma física, emocional y espiritual.
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