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Se le está haciendo fácil

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Fecha Publicación: 28/09/2022 - 21:55
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En una especie de ataque en pinzas, el presidente Castillo ha venido jugando al gato y al ratón para, primero, la desmoralización institucional y, luego, la captura del comando de las Fuerzas Armadas y Policiales.
Comenzó con la PNP en la cual, al parecer, ya tiene absoluto control y hace lo que quiere con el Ministerio del Interior, inclusive para obstaculizar las investigaciones penales abiertas contra su entorno en donde él aparece como el jefe de una tenebrosa organización criminal que opera desde el poder.
Luego designó como ministro de Defensa a un oficial de la Marina de Guerra del Perú en situación de retiro quien, a sabiendas del prestigio naval en capacidad militar, carácter y personalidad institucional, se convirtió en un incondicional del Presidente defendiendo a capa y espada sus desatinos, pero, fundamentalmente, creando fisuras al interior de la institución, abriendo paso al sentir popular de que también la Marina de Guerra del Perú es manipulable.
Los medios de comunicación han dado a conocer que, precisamente, en aviones de la Marina de Guerra, el Presidente, su familia y allegados, muchos de ellos con antecedentes cuestionables, se trasladaban a donde querían en viajes no oficiales y para actos en los cuales esos acompañantes no tenían intervención alguna, de cuyos hechos, según los mismos medios, no hubo cuestionamiento institucional alguno.
Ahora le ha tocado a la Fuerza Aérea del Perú al aparecer una lista de acompañantes del Presidente entre los cuales hay una persona con un nombre que casi identifica al sobrino perseguido por la justicia, porque de Lay a Fray no hay más que un paso, pero, adicionalmente, se consignó como su DNI un registro que no existe en el Reniec, con lo cual el aparato de seguridad e inteligencia de la Fuerza Aérea ha quedado por los suelos pues hasta un pequeño negocio cuenta con una computadora para verificar la validez de cualquier DNI al efectuar el usuario algún pago con su tarjeta de crédito.
Al Ejército ya lo tenían en la línea de mira y el primer disparo apuntó a la liberación de Antauro Humala mientras el Presidente hacía campaña para aquietar a la tropa visitándolos, comiendo con ellos, asistiendo a sus ejercicios de campaña, entre otros, para darle tiempo al liberado para iniciar una incendiaria campaña en el sur del país y luego proceder a colocar en los mandos institucionales a los recomendados por éste.
El segundo disparo ha sido la designación como ministro de Defensa de un probado seguidor de Antauro Humala, también militar en situación de retiro, y la ráfaga final se ha iniciado con el nombramiento de nuevos comandantes generales, tanto para la Fuerza Aérea del Perú como para el Ejército.
Si este plan se cumple, con el Congreso a su favor, el Presidente sabe que puede frenar a la Fiscalía.

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