Semana de la Lactancia Materna: una inversión vital para la salud

La Semana Mundial de la Lactancia Materna nos recuerda cada año que este acto natural es mucho más que una forma de alimentar: es una de las intervenciones de salud pública más efectivas y sostenibles que existen.
La lactancia materna brinda a los recién nacidos todos los nutrientes esenciales en las proporciones adecuadas. La leche materna es un alimento vivo que se adapta a las necesidades del bebé, reforzando su sistema inmune y protegiéndolo contra enfermedades comunes e incluso graves. Además, fortalece el vínculo emocional entre madre e hijo, promoviendo el apego, el desarrollo emocional y la seguridad afectiva.
La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida y continuarla, junto con alimentos complementarios adecuados, hasta los dos años o más. Esta práctica no solo reduce en un 13 % el riesgo de obesidad infantil y en un 35 % la aparición de diabetes tipo 2, sino que también disminuye el riesgo de leucemia infantil y el síndrome de muerte súbita del lactante.
Los beneficios se extienden también a las madres. Amamantar reduce el riesgo de padecer cáncer de mama y de ovario, y enfermedades como la diabetes tipo 2.
Más allá de la salud, la lactancia materna tiene un impacto positivo en el desarrollo cognitivo: los adultos que fueron amamantados durante la infancia presentan, en promedio, 3,4 puntos más en indicadores de inteligencia, lo que se traduce en más años de escolaridad y mejores oportunidades laborales.
Desde una perspectiva ambiental y económica, la lactancia materna es una solución sostenible. No genera residuos, envases ni contaminación, y reduce los costos del sistema de salud al prevenir enfermedades. Además, las empresas que promueven políticas de apoyo a la lactancia en el trabajo reportan mejoras en la productividad, la retención de talento y el compromiso de sus colaboradores.
No obstante, para que más familias puedan acceder a estos beneficios, se necesita un compromiso firme de los gobiernos y de toda la sociedad.
La promoción y protección de la lactancia materna requiere leyes que garanticen la licencia de maternidad, lugares de trabajo adecuados, acceso a asesoría especializada y una regulación efectiva frente al mercadeo agresivo de sucedáneos de la leche materna.
El cumplimiento del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna es fundamental para evitar prácticas que socaven este derecho.
Invertir en lactancia materna es invertir en salud, en equidad, en desarrollo, en medio ambiente y en el futuro de nuestras comunidades.
En esta semana y todos los días, apoyemos a las madres que amamantan y trabajemos para crear un entorno donde cada niño pueda recibir el mejor comienzo posible en la vida.
@sandrostapleton

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