Señora fiscal de la Nación, reabra caso de violación contra Jorge Torres
Ha sido muy conmovedor y doloroso escuchar el valiente testimonio de Vicky Navarro ante la Comisión de Fiscalización del Congreso de la República el pasado viernes 24 y días antes en el programa “Cuarto Poder” de América TV, guardando siempre coherencia en su versión, lo que es propio de quien no miente.
En ambos escenarios y sollozando, visiblemente afectada, la otrora servidora pública del Gobierno Regional de La Libertad denuncia haber sido víctima de violación sexual por quien fue su jefe inmediato, Jorge Torres Saravia, allá por el 2020, a quien califica de “degenerado”, describiendo de forma indignante cómo la dopó, dejándola en estado de indefensión, y asaltó sexualmente, dejándola embarazada. Este ultraje se suscitó durante la campaña para el Congreso de Luis Valdez Farías, a la sazón, Secretario General del Partido Alianza para el Progreso, quien, al ganar una curul en el período 2020-2021, se llevó a Torres a trabajar con él al Parlamento. Pese a estar sindicado como agresor sexual, una vergüenza, y con ello, en mi opinión, terminó por empoderarlo, al revestirlo del aura de protección de quienes trabajan en el círculo del poder político.
Vencido el mandato de Valdez, fue contratado nuevamente en el Congreso, aunque no se sepa hasta el día de hoy quién recomendó al Oficial Mayor su designación como jefe de la Oficina Legal y Constitucional del Congreso. Cargo, por demás, innecesario, dada la existencia de funcionarios de carrera, de profesión abogados, en el Legislativo y la contratación de asesorías externas a expertos en Derecho, ya sea como penalistas o constitucionalistas, para los efectos de opiniones calificadas en determinados asuntos. Además, cada Comisión Ordinaria y Extraordinaria cuenta con sus propios asesores legales. Asimismo, resultan innecesarias las personas que este sujeto llevaría a trabajar en su área, así diga que la contratación corre a cargo de la Dirección de Personal. El currículum vitae de un aspirante a empleo no cae del cielo.
Una de estas personas fue brutalmente asesinada a balazos días después de haberse reunido con Torres en la oficina legal, crimen que ha gatillado sendas investigaciones en el propio Congreso y el Ministerio Público, por la posible existencia de una red de prostitución en este poder del Estado.
Volviendo al caso de violación sexual, inconcebiblemente la denuncia fue archivada sin haberse practicado mínimamente diligencias propias en estos delitos, como pericias psicológicas ni toxicológicas, siendo que la víctima habría sido dopada. Lo que es peor: para la fiscal de la investigación de Pacasmayo, el Certificado Médico Legal practicado a la víctima, que señala que presentaba moretones en su cuerpo, señales de violencia, no pareció ser prueba suficiente. ¿Perdón?
Ojo, que la agredida ha guardado la ropa que vestía cuando fue violada, lo cual podría conservar aún restos de ADN. ¿Acaso el hecho de haber quedado embarazada no es prueba irrefutable de que hubo acceso carnal?
La integridad de la víctima está comprometida. Además de haber quedado dañada psicológicamente de por vida por el asalto sexual vivido, teme por su vida y reclama protección. El enfermo, como también le llama a Torres, se pavonea diciendo que no le pasará nada. Ella pide con lágrimas: “No me dejen sola”.
Desde aquí, el pedido de esta ciudadana y el de muchos peruanos a la doctora Delia Espinoza, Fiscal de la Nación, para que reabra esta investigación. Su entidad es la llamada a defender los derechos de los ciudadanos, y he aquí una víctima de violación, Vicky Navarro, ¡clamando justicia!
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