¿Serán 30 mil?
El Perú ha tenido la cuarentena más larga del mundo, incluyendo toque de queda y estado de emergencia; con centenares de familias retornando a pie a sus provincias; hospitales desbordados de pacientes; escasez de balones de oxígeno; carencia de camas UCI; ambulantes dispersados a palos y corruptelas infames en compras de equipos de protección.
El fracaso del confinamiento, sin embargo, ha sido estrepitoso, sonoro, estridente, considerando que tenemos la mayor caída del PBI en América Latina (entre 12 y 15% ), que el número de pobres escaló de 6 millones 400 mil a 8 millones 800 mil, según el BCR y que en Lima Metropolitana los nuevos desempleados son 2 millones 318 mil, según estadística del INEI, cifra que puede incrementarse en un millón mas , agregando el resto del país.
Alarma, más aun, el último reporte del diario inglés Financial Times, señalando que hasta el 23 de junio la cantidad de muertos por Covi-19 serían 28 mil 600, cifra cercana a la proyectada por el Grupo Prospectiva, asesores del Ministerio de Salud, que estiman las defunciones en 25 mil, basados en un análisis comparativo con el Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef ); cifras que, en proyección, nos acercan a 30 mil fallecidos.
Han fracasado estruendosos martillazos, mesetas planas e irregulares y otros extraños códigos usados por el Gobierno para pretender explicar la desgraciada situación que padecemos. Igual han fracasado los sicosociales culpando de la crisis a la población, a otros gobiernos, a las farmacias o al apetito de lucro de clínicas privadas.
Lo cierto es que no conocemos cuántos muertos y contagiados existen, porque la data oficial de 8,500 no es creíble y, ante ello, es pertinente una investigación rigurosa para saber la verdad.
Sin embargo, el presidente parece más preocupado en cuidar su popularidad que en convocar al sector privado y a economistas acreditados, en destrabar grandes proyectos de inversión minera, en hacer un mea culpa por los errores cometidos, entre otros que Minsa solo utilice el 16% del presupuesto asignado a comprar medicamentos o que, como recuerda la Confiep, el sector salud gaste menos del 30% del presupuesto para combatir la pandemia.
No alegra lo que está sucediendo. Nos entristece y angustia, porque el fracaso del gobierno afecta a todos los peruanos, a pesar del extraordinario esfuerzo de médicos, enfermeras, policías y militares, muchos de ellos inmolados por protegernos, así como una estoica población que resistió un confinamiento de más de cien días.
