Si te jode, ¡eso es!

No se trata de estoicismo, sino de disciplina; esa que me levanta en el hielo oscuro de la madrugada para ir al gimnasio. Disciplina es el carácter de escuchar las injurias sin mover un párpado; disciplina es estudiar, trabajar. Disciplina es aceptar las leyes de la vida con dignidad, y no se trata de Séneca ni de su recia sabiduría.

Un experto en ventas, además de brillante expositor, Sandro Meléndez, lo explica bien: “Si te jode levantarte temprano para hacer deporte, estás en buen camino. Si te jode dejar tu pan con mantequilla por un jugo verde en la mañana, ¡esa es! Si te jode venir del trabajo y ordenar tus archivos, cómo jode… porque está la tele, está el hueveo (sic). Si te jode, hazlo. Si se trata de leer un libro, ¿qué buscamos?, echarnos en la comodidad; pero ponte en una mesa, porque eso jode, entonces ¡esa es! Si en el trabajo te desafían, te presionan, te retan, están forjando tu carácter, tu actitud y tus habilidades, para cuando llegues a un siguiente nivel, ¡esa es! La vida no se trata de confort como en los manidos dichos ‘tienes que hacer lo que amas’. Lo confortable no ayuda, así que, si te jode, ¡esa es! En liderazgo transformacional te enseñan que todas las personas complicadas son tus maestros porque te enseñan la tolerancia, a ganártelas, a manejar tus emociones, tu actitud, tu asertividad. Todo desafío que te saque de tu zona de confort, que te rete, ¡esa es! Recuerda que el oro, para que se vuelva una joya preciosa, primero hay que trabajarlo, fundirlo…”.

Qué es sino el heroísmo y el sacrificio, el aguante, el trabajo, la batalla, aunque te joda, porque ¡esa es! Es lo que algunos pocos hacen al entrar en política para servir, arriesgando todo.

¿Y por qué la disciplina? ¿Y por qué el heroísmo? Qué le hubieras preguntado a Miguel Grau (que hasta iba de camino a ser presidente con el civilismo) o a Alfonso Ugarte (millonario y novio) o a quienes persiguen una causa más grande que ellos. Diría que en el viaje del héroe está la respuesta, en El héroe de las mil caras, de Campbell; pero reeditaría la frase que Christopher Nolan pone en boca de su héroe enmascarado (The Dark Knight): “Como hombre... soy carne y sangre, puedo ser ignorado o destruido; pero como símbolo puedo ser incorruptible... puedo ser eterno”.

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