¿Sigue confiando usted en la JNJ?
La Junta Nacional de Justicia (JNJ) está en el ojo de la tormenta desde hace demasiado tiempo. Un ente que ha perdido la confianza de la opinión pública no puede ni debe seguir estando a cargo de supervisar a los jueces del poder Judicial, a los fiscales del Ministerio Público, al Defensor del Pueblo, entre otros altos cargos que tiene encomendados velar por ellos, en defensa de la sociedad. El Congreso viene debatiendo, ya hace demasiado tiempo, la remoción de todos los directivos de la JNJ por haber prevaricado, hasta quebrantando de manera flagrante la Constitución, al haberse tomado la libertad de interpretar la propia Carta Magna, función que compete sola y exclusivamente al Tribunal Constitucional. Nos referimos al hecho de que todos los miembros de la directiva de la JNJ respaldaron, en forma unánime, la antojadiza interpretación que hizo Inés Tello de Ñecco, tras cumplir 75 años de edad. Lo hizo quebrantado el artículo de la Carta Magna que dispone que quienes integran dicha entidad solo pueden permanecer en el cargo hasta cumplir los 75 años de edad. Pero Tello de Ñecco supera esa edad y, aún así, tercamente se aferra al cargo con el total e inconstitucional respaldo a su ponencia de los demás miembros de la JNJ, quienes se aunaron en forma solidaria a su inconstitucional “interpretación” de la Carta. Tarea que, repetimos, le corresponde en exclusividad al Tribunal Constitucional.
Como señalamos tiempo atrás, la Junta Nacional de Justicia JNJ se ha convertido en un instrumento coercitivo/vengativo creado por el sátrapa e imputado por corrupto llamado Martín Vizcarra, otro sujeto que permanece cuestionado hace ya demasiado tiempo sin ser denunciado por la Fiscalía, ni imputado por corrupto, pese a evidencias por las cuales muchos investigados en el affaire Lava Jato están condenados y presos, Como decimos líneas arriba, la JNJ ha perdido toda autoridad para seguir ejerciendo las delicadas funciones que le asigna la Carta Magna. ¡Nada menos que supervisar nuestro sistema de Justicia, ante las evidencias de que todos sus integrantes han demostrado ser no solo parcializados; quebrantadores de la ley; sino incluso violadores de la Constitución! Al extremo que se jacta de hacer y de deshacer como le plazca, en un asunto tan delicado como fiscalizar los mecanismos de Justicia del país. A cambio de ello, los integrantes de la JNJ quieren imponernos consignas violatorias del derecho universal a que los Estados ga-ran-ti-cen la Justicia, reemplazando esa tarea por mecanismos inventados por gente exógena a todo control del Estado, descaradamente impuesta en entidades como la JNJ, el Ministerio Público y, en menor intensidad, el poder Judicial, por esa camorra llamada la progresía caviar.
La primera decisión que deberá adoptar el Congreso de la República, cuando reabra sus funciones el mes de marzo entrante, será remover a los actuales miembros de la JNJ sustituyéndolos por gente proba, que garantice a los peruanos una Justicia impecable.
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