Sin Antauro de candidato, próximo gobierno sin estabilidad

Actualmente, de hecho, el Partido ANTAURO está eliminado por irresponsabilidad del Presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), que se niega a publicar el resultado de la írrita sentencia de la Corte Suprema que ha declarado abusivamente ilegal al partido ANTAURO, exigiendo el cierre de todos sus locales y al mismo tiempo declarando intangibles los derechos de sus 40,000 afiliados.
Además, el procedimiento ha sido una aberración. Han participado jueces que no tenían competencia y no se ha respetado la jerarquía de instancias. El JNE se está comportando como mesa de partes de la Corte Suprema. Debería apreciar la sentencia y, examinando la aberración y prevaricato, declararla impublicable. El JNE no se atreve a declararla impublicable, pero tampoco la publica. Sabe que, si la publica, le viene la nulidad ya prevista en el artículo 219-3 CC. De los 43 partidos inscritos, solo uno, el ANTAURO, es realmente partido político. Su líder, a dedicación exclusiva, organizador de la sedición militar que derrocó a Fujimori, en octubre de 2000, y remeció con la sedición etnocacerista en enero de 2005 (Andahuaylazo), y que, tras casi 18 años de prisión, con sus 173 reservistas en libertad, ahora es el único partido activo en calles, plazas y conferencias en todo el país.
En Perú, desde hace un año, la criminalidad de extorsión sangrienta ha impuesto su tiranía, y su fuerza principal, la minería ilegal, ya se apoderó de la minería de oro y plata en Madre de Dios, Pataz (Áncash), Tambogrande y otras cuencas mineras. Esta criminalidad y la minería ilegal han sobrepujado ya a la Fuerza Armada. Es el primer poder político y le ha arrebatado el poder de violencia al Estado.
Significa que el país necesita cirugía. Únicamente el ANTAURO es capaz. Su historia lo demuestra. Es el único partido que, en solo meses, podrá liquidar la criminalidad y el poder de la minería ilegal, reforzado por el aumento del precio del oro, que hoy está a 3,500 dólares la onza (28 gramos), calculándose en 4,000 al 2026.
El ANTAURO es el único que puede resolver:
Respetando las empresas mineras de oro y plata actualmente existentes y declarando exclusividad del Estado para comprar el mineral de la minería ilegal, deduciéndole el 30 %, con lo cual se formaliza y se reglamenta;
Cobrando los 8,500 millones de dólares que nos adeudan las principales transnacionales, cancelar la deuda externa y solventar la nueva refinería de Talara;
Prohibir la exportación de concentrados de cobre.
Proscrito el ANTAURO, las próximas elecciones no tienen validez.

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