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¡Sin caudillo que nos salve!

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Fecha Publicación: 21/04/2024 - 23:00
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Durante el último cuarto de siglo pasado derrotamos militarmente al terrorismo. Sin embargo, necesitamos reconocer que durante esta última década hemos deshecho prácticamente todo lo bueno que conseguimos en aquella epopeya contra la lacra de sendero luminoso y el mrta. Desde el retorno de la izquierda al gobierno -con el corrupto Humala, el inepto PPK, el diabólico Vizcarra, el inútil Merino; el vil Sagasti, el senderista Castillo y finalmente su partenarie Boluarte- la izquierda peruana ha acabado con todo lo que nos permitió fumigar a sus colaboradores de sendero y el mrta. En poco tiempo, las primeras generaciones del tercer milenio arrancharon a sus antecesoras la victoria que obtuvieron, al derrotar al terrorismo vertebrado por abimael guzmán y néstor cerpa cartiloni. Ambos de las canteras sanguinarias que destruyeron nuestra nación y produjeron la muerte de incontables decenas de miles de hombres y mujeres fulminados por la metralla y dinamita asesina del terrorismo.
Derrotamos al terrorismo, gracias a la firme decisión de un par de generaciones de peruanos identificados con su patria, quienes pusieron el pecho para enfrentar a dos bandas genocidas teledirigidas por Cuba para convertirnos en Venezuela II. Tras medio siglo de enfrentamientos armados -desde aquel primer ataque terrorista ejecutado en Mesa Pelada por Luis de la Puente Uceda, pasando por los asaltos ya más organizados por abimael guzmán con sendero luminoso y su aliado del mrta cerpa cartolini- el Perú soportó un ataque mortífero contra su gente y la destrucción de multimillonarias infraestructuras nacionales. Aquello produjo colosales perjuicios socioeconómicos; fuera de la huida de los inversionistas nacionales y extranjeros. Además, nuestra sociedad no permaneció unida. Los caviares se colocaron al lado de sendero luminoso y del mrta, con lo cual se consolidó un enfrentamiento suicida entre ciudadanos, desatando la polarización de nuestra nación con las gravísimas consecuencias que siguen siendo atizadas por terroristas disfrazados de buenistas, conocidos como los caviares. Hablamos de peruanos envenenados por la prédica falsaria de la izquierda aggiornada del siglo XXI que, como estrategia forzada de sobrevivencia, se vio obligada a reinterpretar los evangelios comunistas. En aquella ocasión, bajo la ficticia óptica del “resurgimiento marxista”, falacia inventada por los comunistas tras el colapso de su hito internacional conocido como el Muro de Berlín.

Seguimos siendo -ahora más que nunca- un país desunido, dividido, incoherente y disociado; sociológicamente desconectado y políticamente perdido. ¡Hoy no existe un caudillo que nos señale el norte! Y sin liderazgo, sin partidos políticos y en calidad de zombies, marchamos apresuradamente al precipicio. Nuestro Estado permanece secuestrado por los caviares, cómplices delincuenciales del terrorismo más abyecto y sanguinario. Incluso un personero de sendero, como pedro castillo y sus bermejos, logró instalarse en la presidencia del país. La vicepresidenta Dina Boluarte sigue ejerciendo, ahora como presidenta de una atribulada nación. ¡Con semejante viento en contra, este país jamás saldrá adelante! ¡¡Como cereza sobre la crema, existen quienes demandan adelanto de elecciones!! No es resignación, amable lector. ¡Pero la verdad es que la única explicación que queda es reconocer que somos víctimas de alguna maldición divina!

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