Sin estrategia para conflictividad en lotes amazónicos

La semana pasada fue noticia internacional ampliamente difundida el ataque en el río Puinahua (provincia de Requena, región Loreto), de dos embarcaciones que transportaban 40 mil barriles de petróleo crudo producido en el centro poblado de Bretaña (distrito de Puinahua), en el lote 95, operado por la empresa Petrotal.

Abundaron en Lima los comentarios que condenaron el atentado, pero soslayaron que la conflictividad en la actividad hidrocarburífera es abundante y de larga data. Intensificada desde el año 2001, por los vertimientos de agua con residuos de petróleo, a los ríos de la provincia del Datem del Marañón (región Loreto), en la operación del lote 1-AB, hoy convertido en el lote 192.

En los últimos 22 años no ha habido tregua en la conflictividad, y motivos para ello se han dado: los impactos y pasivos ambientales sin remediación de los lotes 192 y 8, que fueron operados por la argentina Pluspetrol Norte; los derrames frecuentes en el Ramal Norte y en el Tramo I, del Oleoducto Norperuano; operado por la estatal Petroperú.

Las afectaciones ambientales y el abandono del Estado a las poblaciones locales, ha devenido que a mayo de este año existan 17 conflictos activos en la región Loreto relacionados con las operaciones petroleras (Reporte 231. Defensoría del Pueblo), uno de los cuales ha sido el del mencionado ataque de las embarcaciones, que estaba ya registrado hace meses.

Son tres las provincias y ocho los distritos de la región Loreto donde se presentan los conflictos activos: 1) Loreto (Trompeteros, Urarinas y Parinari), 2) Datem del Marañón (Morona, Andoas y Manseriche), y 3) Requena (Puinahua y Requena). Hay diálogo según reporta la Defensoría, pero no se avizora solución alguna, lo recurrente es el escalamiento del problema que deriva en crisis y se instala una mesa de diálogo que termina en promesas por la autoridad de turno, las que se incumplen y el ciclo se repite.

No hay estrategia alguna de solución que se ponga en marcha, la limpieza y la remediación deben ser una de las prioridades, para ello tiene que haber una labor coordinada de los ministerios de: Energía y Minas, Ambiente, Cultura y Economía y Finanzas, a los que se debe sumar Perupetro y Petroperú. Faltan ideas y voluntades.

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