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Sin excusas ni repartijas: el Perú necesita autoridades que asuman, no que se justifiquen

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Fecha Publicación: 11/10/2025 - 22:20
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La reciente vacancia de la presidenta Dina Boluarte marca otro episodio dramático en la historia política peruana y revela, una vez más, la fragilidad institucional del país. El Congreso aprobó su destitución bajo la figura de incapacidad moral permanente, tras un contexto de creciente inseguridad, descontento ciudadano y un distanciamiento evidente entre el gobierno y la realidad nacional. Ahora, el poder recae interinamente en José Jerí, presidente del Parlamento, quien deberá designar un gabinete ministerial capaz de recuperar la confianza y actuar con responsabilidad frente a una ciudadanía que ya no tolera la improvisación ni el discurso vacío.
Durante el gobierno que se va, se volvió habitual escuchar a las autoridades justificar los problemas actuales señalando que “vienen de atrás” o que son consecuencia de gestiones anteriores. La presidenta Boluarte, por ejemplo, señaló en más de una ocasión que la inseguridad ciudadana se había agravado por factores externos y de larga data, como la migración irregular o la falta de acción de gobiernos pasados. De igual forma lo hicieron sus ministros en las diversas carteras, donde se habló de carencias heredadas antes que de planes de acción concretos. Este tipo de discursos —más enfocados en describir la herencia que en asumir el presente— terminaron minando la credibilidad del gobierno ante la población.
El nuevo gabinete no puede caer en esa misma dinámica. Si sus integrantes llegan al poder con la idea de eludir responsabilidad o justificar la inacción con frases sobre “el desastre heredado”, demostrarán que no entendieron el sentido del servicio público. Gobernar implica asumir el presente, no describir el pasado. Un ministro que dice “yo recién llego” no está preparado para ejercer autoridad. Quien asume un cargo debe hacerlo con la determinación de resolver, no de lamentarse.
Además, el nuevo gobierno debe olvidarse de las repartijas políticas. Es conocido que, en los últimos años, los ministerios se han repartido entre partidos y grupos de interés como si fueran botines de negociación. Esa práctica ha desnaturalizado la función pública, debilitando la gestión y erosionando la confianza ciudadana. Si José Jerí desea iniciar una transición seria, debe elegir a los ministros por mérito, experiencia y compromiso con el país, no por acuerdos políticos o presiones parlamentarias. El gabinete debe representar al Perú, no a una coalición coyuntural.
Finalmente, el nuevo gobierno tiene la oportunidad de marcar una diferencia real: hablar menos y hacer más. No basta con asumir el cargo, hay que asumir la responsabilidad. Quien no esté dispuesto a cargar con los problemas del país desde el primer día, mejor que no ingrese. El Perú necesita menos explicaciones y más decisiones.

@sandrostapleton

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