Situación de la desnutrición crónica infantil en el Perú
La Desnutrición Crónica Infantil (DCI) es el estado por el cual un niño presenta retardo en su crecimiento de talla para su edad, factor determinante para su desarrollo sostenible. Un niño que sufre de desnutrición crónica no solo detiene su crecimiento físico sino también su desarrollo intelectual, le provoca daños irreversibles afectando su futuro, posibilidades de enfermedad y muerte. En el Perú, la prevalencia de DCI en menores de cinco años ha disminuido de 13.1% en el 2016 a 11.6% en el 2022 de acuerdo a la Encuesta Demográfica y Salud Familiar del INEI (ENDES), pero si disgregamos la información vemos que en zonas rurales puede llegar al 24.7% y en zonas urbanas 6.9%. Regiones como Huancavelica, Junín, Pasco, Ucayali, Puno, Loreto y Cajamarca tienen los niveles más altos de desnutrición crónica infantil mientras que Tacna, Moquegua y Lima tienen las más bajas, entonces una vez más vemos que tenemos inequidades en regiones y en zonas de pobreza. Recordemos que en el Plan Bicentenario se planteó llegar al 5% como meta para el 2021; sin embargo estamos lejos, por lo que toca replantear nuestros objetivos previo análisis de qué hizo y en qué fallamos para poder disminuir las brechas.
Hay una correlación entre la desnutrición crónica infantil y las regiones con mayor pobreza por lo que las intervenciones que se realicen deben estar dirigidas hacia ellas como parte de una política pública. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Desarrollo Infantil Temprano (DIT) es un determinante de la salud, del bienestar y de la capacidad de aprendizaje de la persona que se da a lo largo de la vida, por lo cual combatir la desnutrición crónica infantil es una necesidad y un deber.
Entre las intervenciones estratégicas está el combatir la anemia pues es una de las causas de la desnutrición crónica infantil, por tanto, combatiendo la anemia también combatimos la desnutrición crónica infantil. Lamentablemente como comentamos en nuestra columna de la semana pasada no nos está yendo bien en esta lucha. Otra de las intervenciones es la vacunación infantil donde de acuerdo a la encuesta ENDES también estamos perdiendo, ya que se encuentra en niveles inferiores al 2019. Según el esquema de vacunación NTS N°141-MINSA/2018/DGIESP tenemos que en el caso de los menores de 36 meses solo el 53.9% está con sus vacunas completas.
Adicionalmente debemos mejorar la alimentación complementaria, el acceso a agua y desagüe, el estado nutricional de la gestante, el diagnóstico y tratamiento de salud de los niños. Todas estas intervenciones cuentan con grandes presupuestos asignados; por tanto, nos toca exigir resultados a quienes manejan todos los programas involucrados.
@sandrostapleton
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