Situación de la salud mental en el Perú

La salud mental es un tema que han tocado muchos políticos en sus campañas los últimos años, pero poco es lo que han hecho cuando han llegado a gobernar. En enero de 2023 cambiaremos autoridades y en sus planes de gobierno no se toca el punto o presentan planes deficientes. Trataremos de colaborar poniendo data para dimensionar el problema y dar una guía a nuestros gobernantes de turno.

Actualmente tenemos 1,187 psiquiatras colegiados (Minsa, 2021) lo que significa aproximadamente 3 para cada 100,000 habitantes. Imagínese una sola persona atendiendo para entrar al estadio un domingo de fútbol, ¿cómo cree que sería esa atención? De estos 1,187 psiquiatras 878 están en Lima, 80 en Arequipa, 85 en La Libertad, 31 en el Callao, 24 en Lambayeque, 20 en Cusco, y en el resto de las regiones cuentan con menos de 20. Caso crítico el de Tumbes donde no hay ninguno.

Si hablamos de establecimientos que ofrecen algún servicio de psiquiatría tenemos 570 establecimientos de los cuales 230 están en Lima, 40 en Arequipa, 26 en La Libertad, 25 en Piura, 22 en Puno y en el resto menos de 16 establecimientos por región. Casos críticos Madre de Dios con 2 y Tumbes con 3. Esto nos hace ver que en todos los centros también pueden atender médicos generales o de familia, y tal vez por allí va la estrategia inicial para poder incrementar la oferta del servicio en los casos menos complejos.

En el año 2019 se publicó la Ley N°30947 Ley de salud mental que tiene por objeto establecer el marco legal para garantizar el acceso a los servicios, la promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación en salud mental, como condiciones para el pleno ejercicio del derecho a la salud y el bienestar de la persona, la familia y la comunidad.
De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud la depresión continúa ocupando la principal posición entre los trastornos mentales, y es dos veces más frecuente en mujeres que hombres. Entre el 10 y 15% de las mujeres en países industrializados y entre 20 y 40% de las mujeres en países en desarrollo, sufren de depresión durante el embarazo o el puerperio. Los trastornos mentales y neurológicos en los adultos mayores, como la enfermedad de Alzheimer, otras demencias y la depresión contribuyen a la carga de enfermedades no transmisibles. La brecha de atención para la esquizofrenia en América Latina y el Caribe es de 56.9%, para la depresión 73.9% y para el alcohol es de 85.1%. El gasto público promedio en salud mental es de un 2.0% del presupuesto de salud y más del 60% se destina a hospitales psiquiátricos.

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