Situación de la Telemedicina en el Perú
La semana que pasó estuve presente en una reunión gremial con un experto de la NHS (National Helth Service) de Reino Unido quien, entre otros temas, nos contó el proceso de transformación digital en el su país. Hablamos de como la telemedicina ha experimentado una transformación significativa en las últimas décadas impulsada por avances tecnológicos y la creciente necesidad de brindar servicios de atención médica eficientes y accesibles. En el caso de Reino Unido empezó en la década del 90, donde comenzaron con la implementación de sistemas de teleconferencia y consultas médicas remotas para conectar especialistas en hospitales con médicos generales y pacientes en áreas rurales o remotas. Con el avance de la tecnología se implementaron plataformas en líneas seguras y aplicaciones móviles. Se empezó a compartir información médica, informes y resultados de pruebas de manera virtual.
Es así que el gobierno británico comenzó a reconocer el potencial de la telemedicina para mejorar la eficiencia y el acceso a la atención médica. Se destinaron fondos para apoyar investigación, desarrollo y la implementación de soluciones de telemedicina en todo el país. Lo interesante es que se establecieron políticas y directrices para garantizar que las consultas virtuales y otros servicios de telemedicina cumplieran con los mismos estándares de calidad que las consultas en persona.
El Perú ha tenido comienzo similar un poco después y se empezó a regular en el 2016 con la Ley Marco de Telesalud N°30421 que entre otras cosas creó la Comisión Nacional de Telesalud (CONATEL) que es una unidad adscrita al Ministerio de Salud. Pasaron 4 años y llegó el COVID que fue lo que verdaderamente impulso el desarrollo de la telemedicina y entonces hicieron unas modificaciones a través del Decreto Legislativo 1490. A través de este decreto se permitió la prescripción de medicamentos en telemedicina cuando expresamente hayan sido autorizadas por el Ministerio de Salud. Se incorporó la receta electrónica a los servicios de telemedicina y a la historia clínica electrónica. Se le dio valor legal a la receta electrónica para uso en farmacias y ante las Instituciones Administradoras de Aseguramiento en Salud (IAFAS). Aquí se determinó que si se declaraba la emergencia nacional o alerta roja (como fue el caso por el COVID), las IPRESS (los hospitales) brindan el servicio de telemonitoreo, teleorientación y telegestión de manera obligatoria de acuerdo a su capacidad resolutiva, adicionalmente se creó la Red Nacional de Telesalud.
En un país donde no hay suficientes médicos (16 por cada 10,000 habitantes según la OMS), la telemedicina y la tecnología se convierten en la única opción para cerrar la brecha en la atención de áreas remotas donde se encuentra la población más vulnerable.
@sandrostapleton
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.
