Solo la firmeza y la valentía cambiarán al Perú

Ojalá el CADE hubiera funcionado siempre; seríamos un país con instituciones sólidas y pobreza diminuta. Ha perdido toda fuerza y su capacidad de influir en las políticas públicas. Pocos recordarán el valiente discurso de Walter Piazza en 1972, quien mirando a los ojos al dictador Velasco, hizo una impecable y férrea defensa de la propiedad privada y la libertad de mercado. Hoy es un simple commodity sin mayores luces: para algunos es un negocio, para otros ver y ser vistos, para los más jóvenes un logro aspiracional. En suma, reúne a un conjunto de personas, bastante heterogéneas, cargadas de buenos deseos e ilusiones que nunca aterrizan, más aún si no hay ninguna participación ni compromiso del gobierno. Muy mal de Boluarte y Arista de no haber asistido, le tienen miedo a la prensa, a los asistentes y hasta a su sombra. No es la primera vez que ocurre un desaire presidencial, con el agravante de que se trata de los empresarios que siempre han respaldado su permanencia, en aras de la gobernabilidad y la defensa de la democracia.
Celebro que se esté trabajando en una nueva Ley de Promoción Agraria que implicará, esencialmente, una reducción de la carga tributaria, regresando al esquema del 15%, promoviendo así, una mayor formalización del agro, hoy en retroceso. El MEF, que nuevamente incumplirá la meta fiscal, se opone sobre la base que se dejarán de recaudar S/ 1,850 millones. Absoluta hipocresía de Arista. Escribe un extenso artículo en Gestión (28/11/2024) destacando las bondades del APEC y del fortalecimiento de las relaciones comerciales del Perú con varios socios, especialmente China, pero luego se rehúsa a potenciar la agroindustria –gran sector exportador– sobre la base que afectará la recaudación a corto plazo. Que visión tan sesgada, indigna tanta ineptitud. La formalización es la mejor aliada de la recaudación, tiene que apostar por ello.
El régimen laboral también debe revisarse, se necesita la misma flexibilidad prevista en la ley anterior. Recordemos de que es una industria atípica, estacional, impactada por factores climáticos muchas veces imprevisibles. Hay un gran mercado para nuestra agroindustria, el potencial de las exportaciones es inmenso, pero siempre que podamos competir y que existan incentivos para formalizarse. No nos dejemos confundir, no se están pidiendo exoneraciones sino un régimen especial de incentivos diseñado ad hoc para esta industria. ¿Tanto trabajo les cuesta entenderlo?
Hay una campaña feroz contra el ministro Demartini. Diversas voces sostienen que el Congreso lo ha blindado, a pesar de su clara responsabilidad política en el caso de Qali Warma. Efectivamente lo ocurrido es grave, sin embargo, el ministro ha recibido el mensaje fuerte y claro y ya se ha encargado de eliminar a más de 100 empresas corruptas que presentaron certificados de calidad falsos, formalizando denuncias contra ellas y solicitando indemnizaciones para los afectados, además de cesar a 30 funcionarios corruptos y, la poda puede seguir.
En esta época del año se está aprobando el presupuesto para el proceso de compra para el 2025. Si censuraban a Demartini, su reemplazo no hubiera tenido el tiempo para continuar con las reformas y la revisión de los procesos de selección de proveedores; las grandes ganadoras hubieran sido las empresas delincuenciales que seguirían participando en las licitaciones. La solución política no siempre es la mejor
Finalmente, felicito la creación de Wasi Mikuna no es lo mismo con otro nombre. Implica un incremento de la inversión, la participación de los padres de familia que fiscalizarán la calidad, y la inclusión de mayor número de expertos en nutrición.
Los ministros son fusibles, pero sacarlos solo en represalia o en señal de protesta sin medir las consecuencias para el sector ni la oportunidad, solo perjudica al país.

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