Somos selección ¡Arriba Perú!
El viernes la selección peruana de fútbol nos dio una gran alegría ganándole a la selección del Paraguay, haciendo honor al lema ¨si no sufrimos, no vale¨. Pero no fue el único triunfo, este mes de junio le ganó en la Copa América a Venezuela 1-0, a Colombia 2-1, empató con Ecuador 2-2 y le ganó en las eliminatorias 2-1 a Ecuador de visita. Cómo no gozar estas victorias siendo peruano y amando el fútbol, pero, aunque parezca increíble algunos no lo gozaron y hasta criticaron en redes, de hecho, cuando Perú perdió el 3 de junio contra Colombia 0-3, había algunos que celebraban en Twitter, esos de seguro sufren hoy. Todo esto a raíz de que en mayo los muchachos de la selección expresaron su opinión en unos videos en apoyo a la democracia, a la libertad, a la paz, a la unión y en contra del comunismo.
Estos muchachos que vienen desde abajo, de la gente más pobre del Perú, han conseguido sus objetivos con mucho esfuerzo y sacrificio. Ellos que recuerdan cómo era su vida cuando jugaban en la tierra con dos piedras de arco, saben que la libertad es lo que les ha permitido conseguir sus sueños. Lo que les ha tocado vivir, bueno y malo, les ha permitido formarse una opinión y otorgado el derecho de exponer sus ideas.
¿Pero qué cosa tan horrenda dicen en los videos como para que un peruano se moleste? Transcribo uno de los videos que más me gustó que fue el de Pedro Gallese donde decía: “los peruanos y peruanas hemos demostrado que cuando nos unimos logramos grandes cosas, ahora hay un discurso que nos pretende dividir diferenciando entre ricos, pobres, cholos, blancos y negros, cuando lo que necesitamos es unirnos más que nunca para construir un Perú lleno de oportunidades para todos y para todas, un Perú donde se respeten nuestros derechos y nuestras libertades, por eso este 6 de junio es importante votar sin rencores sin odio, unidos por un mismo objetivo, un Perú que siga creciendo para que todos lo disfrutemos por igual en democracia y en paz”. A mí particularmente me hacen sentir orgulloso de que estos muchachos de barrio, de pueblo, no solo se dediquen a patear una pelota, sino que sean jóvenes comprometidos que ante la duda de que algo malo le pueda pasar al país que aman, se ponen la camiseta de la selección, y se juegan un partido fuera de la cancha, esos partidos que no terminan cuando suena el pitazo final, esos partidos que son los que finalmente importan, esos que definen que la camiseta no les queda grande. ¡Arriba Perú!
