Sorpresas de la semana

Este último trimestre (incluido enero reciente), la población empleada en Lima Metropolitana creció en 3,1 %; es decir, 165 800 personas más con trabajo, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). El mismo organismo reportó que en el año 2024 la población ocupada en el país llegó a 17 322 900 personas, incrementándose en 0,8 % (143 100 personas) respecto al año 2023, lo que indica que, pese a la crisis política y a la inseguridad ciudadana, el empleo no cayó y, por el contrario, fue en aumento, aunque en pequeña escala.
Según la data del INEI, del total de la población ocupada de Lima Metropolitana, el 54,2 % (2 959 000) lo integran hombres y el 45,8 % (2 502 200) mujeres. En el mismo trimestre, la población ocupada de 45 y más años de edad creció en 6,8 % (134 100) y la población de 25 a 44 años de edad en 4,1 % (105 000). En cambio, el empleo se redujo en la población menor de 25 años en 10,1 % (73 200).
Teniendo en cuenta el grado de instrucción, la investigación arroja que el mayor incremento de población ocupada estuvo entre quienes tenían secundaria completa con 5,8 %, seguido por aquellos que alcanzaron educación superior universitaria en 2,5 % y por la población con educación superior no universitaria en 0,2 %.
El INEI es uno de los pocos organismos que aún mantienen un destacable nivel técnico en el monitoreo permanente de la realidad nacional. Sus datos y conclusiones se mantienen por encima de la media deseable, no obstante haber sufrido algunos intentos fallidos de ser copado por el poder político, lo que hace mucho daño a las instituciones del Estado. De ahí que sus informes, levantados con rigor técnico, suelen reflejar nuestra realidad tal como se presenta. En el caso que comentamos, señala, por ejemplo, que el mayor incremento de empleo se ha dado en el sector construcción, alcanzando el 22,1 %, seguido por el de manufactura con 13,3 % y comercio con 4,7 %.
En el trimestre al que nos referimos, la población con empleo adecuado en Lima Metropolitana alcanzó 3 479 900 personas, presentando un crecimiento de 12,0 % en comparación con el mismo período del año anterior, según el INEI, mientras que, por otro lado, la población subempleada disminuyó en 9,5 %. A su vez, la tasa de desempleo en Lima Metropolitana se ubicó en 6,2 %. Esto indica que un estimado de 358 100 personas buscan empleo activamente en la capital de la República.
La investigación del INEI en el último trimestre precisa también que el ingreso promedio mensual proveniente del trabajo se ubicó en 2 126 soles en Lima Metropolitana, monto superior en 10,4 % (200,1 soles) a lo reportado en el mismo trimestre del año anterior (1 926,1 soles). Y como dato adicional, tenemos que el ingreso promedio mensual de los hombres se ubicó en 2 419,5 soles y el de las mujeres en 1 773,2 soles; es decir, las mujeres ganan el 73,3 % del ingreso de los hombres. Hasta aquí, los estudios del INEI.
Ahora veamos qué ocurrió esta semana en el quehacer político. La Comisión Permanente del Congreso de la República aprobó con 22 votos a favor y tres en contra el informe que propone acusar constitucionalmente al exmandatario Francisco Sagasti por la presunta infracción constitucional y abuso de autoridad por la remoción de altos mandos policiales. El informe aprobado en su contra pasó a manos del Pleno del Congreso para su determinación final, incluyendo la inhabilitación para ejercer toda función pública por diez años. Con el exmandatario han corrido la misma suerte los exministros del Interior José Élice y Rubén Vargas.
El documento aprobado señala al expresidente como responsable de la infracción de los artículos 45, 139 y 172 de la Constitución Política, así como culpable del presunto delito de abuso de autoridad. Esto se debe a las resoluciones supremas emitidas por Sagasti, que permitieron el pase al retiro de 16 oficiales generales de la Policía y tres tenientes generales de manera irregular. En el mismo informe también se le imputa al exjefe de Estado no haber considerado los recursos de reconsideración presentados por los afectados y haber designado un nuevo comandante general de la PNP sin el debido proceso.
Francisco Sagasti ocasionó un “perjuicio grave” a la institución policial.
“No olvidemos que fue parte de un Congreso que traicionó a la nación, que favoreció la impunidad y que representó el desgobierno y la improvisación”, señaló el vocero de la bancada Honor y Democracia, Jorge Montoya, encargado de sustentar el informe que luego sería debatido y aprobado en la Comisión Permanente. En su defensa, bastante débil y casi derrotado, Sagasti negó haber incurrido en el delito de abuso de autoridad. Por el contrario, sostuvo que los cambios realizados en los altos mandos de la PNP los llevó a cabo por recomendación del entonces ministro del Interior y tras el asesinato de los jóvenes Inti Sotelo y Bryan Pintado durante las movilizaciones en contra del gobierno de Manuel Merino, tras la vacancia del expresidente Martín Vizcarra.
Recordemos que las decisiones de Sagasti fueron tomadas en un contexto de violentas movilizaciones sociales, principalmente juveniles, apoyadas por el Partido Morado y otros de izquierda, luego de la destitución de Martín Vizcarra y la toma de poder del entonces presidente del Congreso, Manuel Merino, quien se vio obligado a renunciar tras cinco días de haber asumido el cargo.
En un clima de abierta polarización política, con parte de la oposición criticando a Sagasti y acusándolo de tomar decisiones abusando del poder que tenía, y, por otro lado, sus seguidores y los de Martín Vizcarra sosteniendo que las medidas tomadas eran necesarias, ahora le tocó pronunciarse a un gobierno y parlamento nuevos, donde todo hace pensar que la suerte de Sagasti está a un paso de la inhabilitación.

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