Tanto va el cántaro al agua….
La estrategia del cargamontón caviar contra la ahora ex Fiscal de la Nación, Patricia Benavides, forma parte de la decadencia de la política criolla. Este modelo canallesco es y ha sido utilizado con éxito -en demasiadas ocasiones- desde que la caviarada ponía la puntería a cierto cargo público estratégico en las alturas del poder político, ocupado por gente ajena a ella. Hoy estriba en coordinar, simultáneamente, a la llamada gran prensa -controlada por la camorra caviar- con el lumpen político que dirige Vladimir III (siendo el primero Montesinos, el segundo Cerrón, y el tercero el insecto Gorriti que dirige una ong). Por si no bastase, esta cúpula de intrigantes y falsarios estrategas de la camorra sectaria -que, a pasos agigantados sigue apropiándose del poder- ha incorporado en su politburó a la extrema izquierda, como malabarista en el operativo para apropiarse de la apetitosa Fiscalía de la Nación y, de relancina, del poder Judicial y la propia Policía Nacional. Su meta es escabechar a doña Patricia Benavides, quien ocupaba un cargo que la cúpula caviar insistía en apropiárselo para incrementar su control del Estado, sin necesidad de recibir el voto de la ciudadanía. Algo que, por cierto, los caviares han sido incapaces de conseguir en cuanta oportunidad han participado en elecciones generales.
El mensaje a la ciudadanía para recapturar la Fiscalía estará basado en aquella inmundicia llamada la posverdad, neologismo que, de acuerdo a la RAE, significa “distorsión deliberada de una realidad en la que priman las emociones y las creencias personales frente a los hechos objetivos, con el fin de crear y modelar la opinión pública, e influir en las actitudes sociales” con fines únicamente perversos, basados en seudo investigaciones mediáticas; y/o en trascendidos desde la Fiscalía (por esta razón pugnan por controlarla). Es decir, un espejo de la NKVD soviética, la Gestapo alemana, o la D1 y G2 cubana. En concreto, mecanismos totalitarios, que se creían superados, dado sus características cien por ciento violatorias de los Derechos Humanos.
Esto que denunciamos, por enésima vez, sigue y seguirá ocurriendo en nuestras narices, mientras en nuestro país existan cúpulas empresariales, financieras, gremiales etc., así como partidos políticos; pero sobre todo, consorcios mediáticos propiedad de accionistas que piensan en las antípodas de las izquierdas y que, por “conveniencia” y/o cobardía, se arrodillan ante los rojos para seguir haciendo negocio con las noticias deformadas por la posverdad, con las que seguirán intoxicando a la sociedad. Vale decir, mientras todos estos sectores sigan comprometidos con el pensamiento progre, en la estúpida creencia que salvaran los muebles transmitiendo mensajes prefabricados en palacio de gobierno cargados de engaños y maldades -emanados de las cloacas caviares- el Perú continuará hundiéndose en el pantano de la ruina social, el caos económico y en todos los espacios inmundos que rodean al socialismo regional o sudaca. ¡Hasta que otra vez un pedrito castillo vuelva a dar el zarpazo -ese sí definitivo- y amanezcamos ya no en el Perú actual, sino en un país espejo de Cuba o Venezuela!
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