Telemática y Covid-19
El gobierno anunció una serie de medidas, después que se detectaran los primeros casos de las personas en el país infectadas con el coronavirus Covid-19: cierre de los colegios, institutos superiores y las universidades, reuniones menores de 300 personas, ampliación del plazo para el pago de impuestos, cierre de viajes desde Europa y Asia (a partir de este lunes), entre otros.
Según los especialistas, estaríamos en las dos primeras semanas de mayor contagio del coronavirus, lo cual podría corroborarse con el hecho de que, en la mañana del viernes por ejemplo, se anunciaron 22 casos y 38 por la tarde, principalmente en Lima; pero también en varias provincias del Sur como Ica, Arequipa, Cusco y, también Huánuco.
Por tanto, la “cuarentena” es una medida eficaz; pero, siempre y cuando, la conducta de las personas no sea como en Italia que, habiéndose cerrado colegios y algunos trabajos, se dice que las gentes se lo tomaron como “vacaciones” y se fueron a pasear a los centros comerciales, cines y discotecas, entre otros, pero no se quedaron en sus casas.
Varios colegios en Lima, de manera inteligente, han previsto la situación, enviándoles a sus alumnos, las tareas de casa por la internet y, de acuerdo como marche la situación del coronavirus en el Perú, seguramente recurrirán a la clase virtual; de tal manera que se pueda resguardar la salud de los estudiantes y, asimismo, no interrumpir los avances de su educación.
En lo que se refiere a las empresas e instituciones, también están en la misma línea, por responsabilidad social y para proteger la salud de sus colaboradores y clientes. De hecho ha subido la demanda el e-comerce (compra por la Internet) y el uso del delivery (el pedido telemático de comida, mensajería y otros servicios). Otras, ya han recurrido al “home office”, para lo cual el Ministerio de Trabajo ya tiene las normas correspondientes.
Existe en el país, la forma de empleo conocida como teletrabajo, regulada por la ley 30036 y su Reglamento, del año 2013. Por eso el Ministerio respectivo ha recordado y sugerido a las empresas el empleo de esta modalidad para evitar la trasmisión del virus entre sus trabajadores. Sin embargo, hay resistencia para ponerla en práctica.
Aluden para ello –como siempre y sin pensar demasiado- en el aumento de gastos: por el costo del acceso al wife, la laptop y hasta la silla ergonómica que debe usar el trabajador. Nos preguntamos al respecto, ¿no son los gastos que se producen en la casa del trabajador, los mismos que se ahorrarían dentro de la empresa, incluido el uso de servicios higiénicos, entre otros? Más aún, si algún gasto más les supone, ¿no valdría asumirlo, en vez de enfrentar un costo mayor, si los colaboradores se contagian?
La ministra Sylvia Cáceres ha prometido incluso flexibilizar las normas para que los directivos de las empresas, al menos durante la “cuarentena” decretada por el gobierno, cuiden a sus colaboradores. Porque de los requisitos requeridos por el ministerio para el teletrabajo, lo más difícil sería fiscalizar horarios y establecer las medidas de seguridad de la información.
Esta pandemia ha cambiado el mundo un cerrar de ojos. Estamos ante un enorme reto, no solo de los sistemas de salud, sino con la amenaza de la caída de grandes sectores de la economía; nadie se salva de esta “olón”. En vano muchos países y corporaciones amasan riqueza y la gozan hasta bestializarse, cuando los coronavirus les piden la vida en un segundo.
(*) Profesora CENTRUM PUCP