Tengo la edad que siente mi corazón
Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida en realidad es una calle de sentido único y el sentir del corazón es uno solo, lo expresas desde que naces hasta que termina la existencia. No hay edad, dentro de la estructura de la personalidad estamos dotados de ser niños, jóvenes, adultos, a pesar de que podamos tener una edad madura. Por eso hay jóvenes que viven como adultos y adultos como jóvenes. La edad es relativa en las personas, no importan los años que tengas, interesante es que tengas un corazón vivo, percibas la vida en forma horizontal, no rígida, que todo tiene solución; si no la tiene, hay que buscar alternativas, como se dice en el lenguaje popular: “quien busca, encuentra”. No puedes quedarte con los brazos cruzados esperando que se alimente el conformismo.
No hay edad para amar, querer, sentir. El amor fluye dentro de las venas, es ilimitado. Puedes llegar a la tercera edad y seguir amando como un adolescente. Es interesante cómo sientes la relación humana. No solo describo la relación de pareja, sino todo lo que rodea en la vida: la naturaleza, el arte, la música, el deporte, las amistades, el leer un libro compartido, enseñar, transmitir lo que sientes. Te hace vivir, disfrutar, gozar, llegar a la plenitud, en las emociones, lo racional y el sexo. El sexo, a determinada edad, es relativo, no tiene la importancia, trascendencia, que la admiración, las caricias, el beso como expresión de amor y cariño, el diálogo. Acariciarse es como un orgasmo espiritual, significa una entrega total, absoluta, de lealtad, fidelidad, respeto e integración.
Las diferencias de edades en la pareja no las podemos calificar de dependencia emocional, porque las parejas son interdependientes por el sentimiento que se profesan, a pesar de existir generaciones distintas, pero se complementan. En algunos casos no sucede igual. Pero, ¿cuál es el meollo del tema? Las carencias que no han encontrado en otras parejas y sí la encuentran en la pareja que existe diferencia de edad. Han encontrado el amor, se sienten bien. Nosotros no somos las personas autorizadas para calificar si está bien o no la relación. Es importante que se sientan felices y exterioricen su amor.
He conocido el caso de un maestro que se enamoró de su alumna en el último año de su carrera. En un principio había entre ambos una atracción que por respeto no se manifestaba, pero en la ceremonia de graduación el sentir de ambos se hizo presente. Él le dijo que estaba enamorado de ella y ella le dijo lo mismo. Quince años de diferencia. Se casaron, tienen hijos y son felices. Nadie sabe qué depara el destino, lo puedes presumir, pero lo descubres hasta que llegue, aun con la persona que no pensabas, pero tocó el corazón. El sentimiento no se reprimió, como en otros casos que se inhiben y nunca expresan su sentir, o cuando lo haces es demasiado tarde porque él o ella encontró otra pareja. Es importante no perder las oportunidades, la felicidad se construye a través de los actos humanos.
Otro caso que conozco es la relación de un psiquiatra con su paciente, que tenía años en psicoterapia, logrando manejar sus problemas internos con una diferencia de veinte años. El terapeuta la empezó a ver con otros ojos. Dentro del punto ético, el profesional de la salud está en el deber de manejar sus emociones y no relacionarse con los pacientes, pero hay que verlo desde otra perspectiva: es humano. Su sentir rebasó esta parte ética y comenzaron a frecuentarse, en que la paciente prestó su consentimiento. Ellos se sentían muy bien hasta que se declararon su amor. Él era una persona soltera y ella también, en que hicieron aflorar su sentir, no importando la edad, sino lo que sienten. No les importó el qué dirán, ni los prejuicios, ni limitación alguna; y él le dijo: “Tengo la edad que siente mi corazón. ¡Te amo!”.
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