Terribles efectos de las guerras

Medios periodísticos diariamente informan de Estados y/o pueblos (y/o etnias) enfrentados militarmente con objetivos “determinados”.

Se están produciendo guerras convencionales y/o violentas e invasiones empleando todo tipo de estrategias, tecnologías y armamentos, generando el miedo, pánico y terror en las poblaciones, con el fin de imponerse violentamente sobre el “adversario”, ya sea causándole la derrota, destrucción y muertes. Para ello paulatinamente han previsto armarse para invadir o defenderse.

Las guerras recientemente más informadas son la de Rusia con Ucrania, que cumplirá dos años este febrero del 2024, y la de Israel con los Hamás, iniciada el 07/10/2023 en Gaza y en 7 frentes con Cisjordania, Siria, Líbano, Irak, Irán y en Yemen.

Sin embargo, existen otras guerras a gran escala de las que casi no hay informaciones periodísticas, son las guerras en Burkina Faso, Somalia, Sudán, Yemen, Myanmar, Nigeria y Siria. Se conoce que en el mundo hay hasta 58 guerras activas que afectan a más de 1.100 millones de personas (el 14% de la población mundial) y han provocado más de 108,000 víctimas sólo el 2023.

Se cita que, en el norte del África, Libia, desde el 2012 ha enfrentado desafíos de militantes islamistas al consulado de los Estados Unidos en Bengasi y la propagación del Estado Islámico y otros grupos armados por todo el país.

Se conoce que en una mayoría se encuentran – directa o indirectamente– participando EEUU y las conformantes de la OTAN y UE. Estas intervenciones son ahora inocultables en la Guerra de Rusia y Ucrania, pero también hay informaciones que, por ejemplo, Estados Unidos está participando en otras.

No puede omitirse señalar riesgos de probables conflictos armados que afectaran al mundo entero. Están el caso de Corea del Sur con Corea del Norte, la República Popular China que es impedida de unificarse con Taiwán, en las que inocultablemente está inmiscuido los Estados Unidos como lo hace en la guerra contra la Federación Rusa, a pesar de que esos países no tienen frontera con el “coloso” norteamericano.

Hay el evidente riesgo de una confrontación nuclear porque son potencias que están armadas suficientemente para enfrentarse hasta con EE.UU. Una guerra nuclear afectara no solamente a los “países actores” destruyéndoles ciudades y dando muerte a poblaciones. También a pueblos lejanos.

Las guerras acarrean desgracias. No olvidemos que por la intervención de “terceros países”, Perú en la Guerra de 1879 perdió Tarapacá.

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