TIEMPOS DE INTOLERANCIA
Quienes promovemos reglas de juego claras que permitan una convivencia social en el Perú, vemos con preocupación actos de intolerancia, racismo, discriminación y retroceso que se apoderan de nuestra vida cotidiana y la de otros países en la región.
Estas escenas se presentan en distintos e inconcebibles lugares: en el voto popular, en agresiones violentas a políticos en lugares públicos, o en la confusión de vías de recaudación tributaria para gravar los grandes negocios de internet y streaming, afectando siempre al ciudadano de a pie, al usuario final, al que debiera ser el beneficiado.
Para muestra, tres botones:
Dictadura sinvergüenza
Muy grave que Nicolás Maduro no reconozca hasta hoy su abrumadora derrota en las urnas. Tras 25 años de régimen chavista, una oposición bien organizada puso en evidencia un torpe y burdo “fraude” electoral que no logra desmentir el gobierno de turno. El gobierno de Maduro es tan pero tan intolerante que no encuentra mejor solución a su problema de legitimidad que perseguir a sus opositores con la fuerza bruta, dejando al descubierto una dictadura que pretendía disfrazarse de democracia al estilo cubano. Lo más paradójico de la escena es que cuanto más cercado se siente Maduro, sigue cometiendo mayores actos de intolerancia y error. ¿Pueden concebir que atribuya su derrota al uso del WhatsApp en Venezuela? La nueva generación sabe que la situación actual no es sostenible en el tiempo. Tarde o temprano, este régimen autoritario caerá.
Discrepar no es agredir
Finalmente, es inconcebible que caviares (izquierda moderada) y DBA (derecha bruta y achorada) coincidan en expresar su discrepancia ideológica o política con agresiones públicas a representantes del mundo informal e ilegal. Aunque no coincidamos con los congresistas Chirinos ni Aragón, ellos tienen todo el derecho de expresar sus mutuos afectos en cualquier lugar público, sea la Noche de Barranco o la Cicciolina de Cusco. No importa el lugar. El debate y la discrepancia política se realizan con intercambios de palabras e ideas. Jamás con violencia física. Y mucho menos con discriminación e impidiendo que “el otro” ejerza la plenitud de su derecho a la libertad en democracia.
IGV digital
Craso error la decisión de gravar con el impuesto general a las ventas (IGV) los productos digitales (streaming y otros). La SUNAT dice haber identificado 600 empresas que no pagan impuestos sobre sus ganancias, pero equivocamos el camino si pretendemos que será el IGV quien resuelva el problema de recaudación en el país. La decisión no fue pensada en modo usuario. El IGV será trasladado al consumidor, sea doméstico, comercial o industrial. ¿Por qué no dirigir abiertamente el impuesto a la ganancia o generación de riqueza de estas empresas?
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