Tiempos de sorpresas

Finalmente, el presidente Castillo se zafó del vertedero de basura apellidado Bellido. Muy temprano para definir las consecuencias. Observaremos.

Otrosí. A pedido de un abogado del Idl (feudo del pope caviar Gorriti, exalabardero del Toledo), la Fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, ha imputado por homicidio a Manuel Merino, ex presidente durante seis días, y a su ex premier, Ántero Flores Aráoz. Los vincula al fallecimiento de dos jóvenes.

Se refiere al resultado de la asonada callejera promovida por RPP, El Comercio, La República, canales 2,4,7,8,9, Banco de Crédito, Alicorp, etc., cuando el Congreso vacó a Vizcarra y nombró a Merino en su reemplazo. La poblada gritaba “Congreso Golpista”, en procura del muertito. Merino no controlaba la Policía. Lo hacían los flecos vizcarristas que quedaban sueltos. Este vacío de poder alentó el caos que desembocaría en la muerte de dos ciudadanos. Seamos claros.

Los caviares emboscaron a Merino con el propósito de precipitar su remoción sin causal expresa. Finalmente uno de los suyos, Francisco Sagasti, manipuló para apropiarse de la presidencia. Vale decir, con apenas 5% de votos en las elecciones de 2016, los caviares designaron presidente a uno de los suyos. Ello solamente pasa en este país, donde esta ralea inexplicablemente sigue controlando la Justicia, Fiscalía, Policia, etc.

Esta podredumbre ha logrado destruir el Estado. Al extremo que hoy nos conduce una morralla de iletrados, improvisados, ineptos en el arte de gobernar democráticamente; aunque expertos en destruir lo que repela a su pensamiento marxista.

La supremacía caviar –artífice del triunfo del comunismo que nos gobierna- es fruto de la venganza de la izquierda, tras la derrota de sus brazos armados sendero y mrta. El socialismo no aceptó que un japonesito liberase al Perú de dos tragedias a las que, desde el golpe militar de Velasco, nos condujo la izquierda: hiperinflación y terrorismo. Tras la captura del genocida guzmán –derrota política que golpeó ferozmente a la izquierda- todo el socialismo se unió para responsabilizar al Estado (representado por Belaunde, García y Fujimori) del saldo letal de ese cuarto de siglo de terrorismo. En especial a Fujimori, artífice del triunfo democrático contra el terrorismo arropado por la izquierda caviar.

Muerto Belaunde. la izquierda se impuso acabar con el futuro político de Alan García y Alberto Fujimori, y pulverizar la imagen triunfante de las Fuerzas Armadas ejecutoras de una exitosísima estrategia antiterrorista. ¡Lo lograron vía la CVR, comisión de la verdad! En simultáneo ejercieron la defensa del genocida guzmán y sus criminales en serie del mrta y sendero.

Tanto ante la Justicia local como la trasnacional (CIDH). Al final, las ONG derechohumanistas pudieron evitar que todos ellos acaben condenados a cadena perpetua, y también lograron la excarcelación del 98% de estos irremisibles criminales. Aunque igualmente, la izquierda convirtió en mártires a los senderistas y emerretistas, calificándoles de “luchadores sociales enfrentados a un Estado criminal que asesinó a decenas de miles de peruanos para beneficiar a la derecha diabólica”.

La denuncia contra Merino y Flórez Araoz está enlodada por una Fiscal como Zoraida Ávalos, teledirigida por caviares pro terroristas.

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