¡Todo fue una farsa!
EXPRESO informó recientemente –con pruebas irrefutables- que el 31 de enero de 2020 el gobierno de Vizcarra aprobó vía decreto el “Plan Nacional de Preparación y Respuesta sobre el Riesgo de Coronavirus”, encomendándole su cumplimiento al Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades. Pero, olímpicamente, el Ministerio de Salud ignoró esta disposición, provocando el zafarrancho de combate en el que se convirtieron los hospitales y demás centros de Salud de todo el Perú, desde que en marzo se desatara oficialmente la pandemia Covid-19 entre nuestra población.
Todavía más. El 6 de marzo –más de un mes después- cuando Vizcarra anunciaba el primer caso de coronavirus en el Perú, dijo esto: “En los últimos días y semanas este virus no solo se ha expandido a Europa y diversas partes del mundo, también a países vecinos como Ecuador, Brasil, Argentina y Chile, y el riesgo de que llegase acá estuvo siempre latente”. Hasta aquí, sólo hizo un recuento de la realidad. Aunque destacando que el virus estaba en al vecindario. Lo cual lo obligaba a tomar medidas inmediatas.
Al respecto Vizcarra arengó al país a “tener calma y a confiar en las capacidades del nuestro sistema de Salud, siguiendo las indicaciones de prevención como lo vienen haciendo tanto las autoridades como los ciudadanos.” Inclusive fue más allá. Dijo que “el Ministerio de Salud lidera una estrategia en Lima y el interior del país, que articula con EsSalud, la Sanidad de las FF.AA., la PNP, ministerios e instituciones del Estado y representantes de clínicas privadas. Y ya se ha implementado el Plan Nacional de Preparación y Respuesta Frente al Riesgo de Introducción del Covid-19 en el Perú, que tiene como objetivo fortalecer los sistemas de vigilancia, contención y respuesta ante la enfermedad del Covid-19. Igualmente se han activado los protocolos en aeropuertos, al igual que en lugares de mayor afluencia de turistas, los terminales marítimos y terrestres. De la misma manera, se ha instalado un hospital móvil en el Grupo Aéreo # 8, muy cerca del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, para derivar allí a los pasajeros que arriban al país y que presenten síntomas de la enfermedad. Y como cereza sobre la crema, aseveraba sueltísimo de huesos: “Hemos garantizado el suministro de insumos para el control de infecciones, adecuación de ambientes de aislamiento, así como el fortalecimiento de capacidades de todos los profesionales en los diferentes centros hospitalarios.”
Eso dijo Vizcarra el 6 de marzo. Han pasado setenta y dos días, y lo único que queda en claro es que Vizcarra nos mintió con la misma caradura que sigue mintiéndonos en sus peroratas de corte chavista que una prensa corrupta y obsecuente televisa a diario desinformando, intoxicando y evidententemente dañando aún más a nuestra sociedad. Su gobierno jamás cumplió lo dispuesto por el decreto del 31/1/20. Tampoco el sector Salud aplicó estrategia alguna en Lima ni al interior del país. Nunca se fortalecieron los sistemas de control y respuesta al Covid-19, como tampoco se garantizó la entrega de insumos a los hospitales. ¡Todo fue una farsa!