¿Traición a la patria?
En derecho, la traición se refiere al conjunto de crímenes que engloban los actos más extremos en contra del país de cada uno. Tendríamos que analizar que hoy en nuestro código penal artículo 325° e inclusive en el de 1924 en su artículo 289°, se encuentra cierta identidad con lo dicho en el código penal vigente que señala que “el que practica un acto dirigido a someter a la República en todo o en parte a la dominación extranjera o hacer independiente una parte de la misma será reprimido con pena libertad no menor de 15 años…”
El código penal de 1924 refería casi lo mismo, con la diferencia que hablaba de una pena o expatriación no menor de 10 años y mencionaba en la parte agravante la pena de internamiento por un tiempo indeterminado con un mínimo de 25 años o penitenciaria no menor de 10 años si el delincuente hubiera obrado por lucro o por cualquier otro móvil innoble.
Hace poco el caso del presidente Kuczynski, al que calificaron en muchos casos como traidor a la patria y motivara un debate, molestias e incluso reacciones que no había renuncia si es que se pretendía mantener una calificación de esa naturaleza, algunos parlamentarios de su partido –y estamos hablando de meses, ¿no? – aunque con alguna costumbre de algunos de pasar de partido en partido, al extremo que cuando uno los escucha ahora no sabemos a qué partido o persona defienden, pero en ese momento hubo un tiempo de natural defensa y critica por aquellas nominaciones.
Si mentir a un pueblo, defraudarlo e inclusive en la parte étnica y hasta religiosa, naturalmente nos conlleva a una situación de traición, he sugerido, en muchas oportunidades, que “el mentir en nuestro país ya debe ser tipificado penalmente e incorporado a nuestra legislación penal como delito de perjurio”. El mentir conlleva a otros delitos que los estamos viendo hoy, entorpeciendo la actuación de la justicia, pero si nosotros vemos que en nuestro Perú, las grandes coimas han sido inclusive pagadas por el propio pueblo, con su sangre a través del recibo de luz, agua; lo más grave, con las famosas adendas de obras que cuestan a la nación que no existan escuelas, medicinas, etc.
Traicionar es defraudar cuando un pueblo confía en alguien al que le dieron su confianza y éste actúa de una forma no solo contraria a lo esperado, sino que además aprovecha, abusa y se enriquece a través del cargo o función que el pueblo le ha otorgado o la figura de juez o fiscal que traicionan la confianza de un pueblo. Obviamente, tendríamos entonces que generar una legislación mucho más severa y con la forma sumarísima de llevar estos procesos, no prestándose a entorpecimientos visibles y hasta dolosos que pretenden distraer en el tiempo y eludir una responsabilidad tan grande como haber traicionado y abusado de la confianza del pueblo. ¡No a la impunidad!
Por: Fernando Calle