¡Traidores a su patria!
La consigna es clausurar a la fuerza al Parlamento de la República, para consolidar al régimen comunista/senderista que aún preside Pedro Castillo. Si algunos congresistas de Acción Popular, de Alianza para el Progreso y de Podemos aún “no se han dado cuenta” de semejante atentado contra la Constitución (sembrado delante de sus propios ojos), quiere decir que este país ya está perdido. Porque no se trata de la estupidez -que también- de estos legisladores, que insisten en “darle una nueva oportunidad” al marxista cajamarquino; sino que hablamos de unos miserables tránsfugas, vendidos a palacio para enriquecerse con dinero negro y rodearse de poder dictatorial a costa de convertir al país que llaman suyo en otra colonia de Cuba; como Venezuela, Nicaragua o Bolivia. La historia juzgará las conductas o inconductas de las dirigencias de esos tres “partidos políticos”. Dependerá de si exhiben o carecen de agallas para expulsar a sus desertores. Porque lo último evidenciaría una incalificable cobardía y/o complicidad con el comunismo/senderismo, ya que ensuciaría la memoria de los fundadores de aquellas tres tiendas políticas.
Ya han corrido nueve meses, y el parto de los montes está a punto de producirse. El comunismo más ramplón intenta procrear otra república plurinacional, de corte totalitario, para incorporarla a la patria grande de la que hablaban Fidel Castro y Hugo Chávez. Muchos peruanos enemigos de la democracia respaldan esta vil traición. Ninguno de ellos califica de político. Son delincuentes -incluso genocidas, dada su fulgurante admiración hacia el camarada gonzalo- de la peor estofa, todos portadores de uno o más prontuarios policiales y/o judiciales. Empezando por Pedro Castillo y su gerifalte Vladimir Cerrón, ambos mitómanos, plagiadores y aventureros. A propósito, ayer vía tweet Cerrón arengaba así a sus huestes bolcheviques: “La lucha política es bloquear todo canal de comunicación contrario a nuestros intereses,” refiriéndose definitivamente a su intención de capturar pronto la prensa libre nacional.
Ante semejante declaración pública resulta doblemente nauseabunda la actitud de fariseos como César Landa, Óscar Maúrtua de la Romaña, Manuel Rodríguez Cuadros, Harold Forsyth, Rafael Belaunde Aubry y tantos otros menguados que, por un plato de lentejas, continúan fungiendo de alcahuetes del régimen comunista de Castillo. Y, ciertamente, con esta misma vara los peruanos demócratas debemos calificar de traicioneros a los medios de comunicación El Comercio, RPP, La República, canales 2,4,5,8,9 que, con imperdonable doblez, en los comicios de 2021 apoyaron al postor comunista, quebrantando el voto de la derecha, centroderecha y gente bienintencionada por la candidata que perdiera esa contienda por sólo 40,000 de 22 millones de votos; traicionada, además, por aquel fraude que denunció la oposición al comunismo; pero que los referidos medios solaparon para acomodarse con Castillo, alucinando que así sellarían su supervivencia.
Estos y otros hechos debemos repetirlos una y mil veces, para retratar a esos despreciables de que hoy el Perú se encamine al marxismo más bastardo del orbe: el comunismo sudaca, parido hace seis décadas en Cuba; país al que la familia Castro destruyó y empobreció hasta la náusea. ¡Pero, continúa gobernándolo!
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