Transparencia en las licitaciones de medicamentos y dispositivos médicos en el Perú: un llamado a la acción
Quiero concluir el 2024 con este último artículo sobre un tema que hemos debatido en diversas ocasiones este año con especialistas del sector salud, médicos, exministros y académicos. En el Perú, las licitaciones para la adquisición de medicamentos y dispositivos médicos son fundamentales para garantizar un abastecimiento adecuado en el sector salud. Sin embargo, se han identificado prácticas que afectan la competencia y elevan los precios, generando pequeños monopolios que limitan la eficiencia del gasto público.
Se ha observado que, en ciertos procesos de licitación, las especificaciones técnicas o los requisitos establecidos favorecen a un único proveedor. Esta situación reduce la competencia, resultando en la participación de un solo postor que, al no enfrentar competencia, puede establecer precios más elevados. Consecuentemente, aunque se incrementa el presupuesto destinado a salud, este no es suficiente para adquirir los insumos necesarios, afectando la calidad y disponibilidad de los servicios médicos.
El Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) tiene la responsabilidad de supervisar y garantizar la transparencia y eficiencia en las contrataciones públicas. No obstante, en varios casos, esta entidad ha delegado la responsabilidad de supervisión a las propias instituciones que realizan las compras, especialmente a los institutos especializados, como el INEN e INSN. Esta delegación puede ser problemática, ya que muchas de estas instituciones carecen de la preparación necesaria para llevar a cabo una supervisión efectiva, lo que incrementa el riesgo de prácticas indebidas.
La Contraloría General de la República, encargada de fiscalizar el uso adecuado de los recursos públicos, no recibe información sobre estas irregularidades, lo que impide la implementación de medidas correctivas oportunas. Esta falta de fiscalización contribuye a la perpetuación de prácticas que afectan negativamente al sistema de salud.
Es imperativo que el OSCE asuma un rol más activo y profundo en la supervisión de las licitaciones, asegurando que los procesos se realicen correctamente y evitando delegar esta responsabilidad a entidades no preparadas para ello. Asimismo, debemos garantizar que la Contraloría General de la República reciba oportunamente información sobre las licitaciones y cuente con los recursos necesarios para fiscalizar eficazmente. Por último, debe primar la promoción de la competencia. Se deben establecer políticas que fomenten la participación de múltiples proveedores en las licitaciones, evitando la creación de monopolios y asegurando precios justos.
En conclusión, para mejorar el abastecimiento en el sector salud y garantizar el uso eficiente de los recursos públicos, es esencial reforzar la supervisión de las licitaciones de medicamentos y dispositivos médicos. Solo a través de una acción conjunta y decidida se podrá asegurar que los incrementos presupuestales se traduzcan en mejoras reales para la salud de la población peruana.
@sandrostapleton
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