Tu crisis puede ser un regalo

Las experiencias de la vida van moldeando la perspectiva existencial de las personas, inclinándose a tener una personalidad madura o más madura, de la que se tenía antes de vivir, experimentar los acontecimientos humanos, que ayudan a ser más humanos.

También hay experiencias que deshumanizan, cuando no se tiene contenidos, mirando la vida en forma indiferente, lo que quiere decir que el hecho de la vida no moviliza a las personas, sino, todo lo contrario, los insensibiliza, al punto que se vuelven fríos, con una falta de capacidad de comprender al ser y su circunstancia, que lo vivido no ha calado en su interior y la crisis pasa desapercibida, porque son sujetos que no cambian nunca. De estas personas no vamos a comentar, sino de los seres que tienen sangre en las venas y corazón bueno para ayudar a otras personas.

La crisis de las personas puede presentarse a cualquier edad, sin importar el género, la clase social, la solvencia económica, simplemente aparece, a veces te encuentra mal parado, en otras ocasiones la esperabas con resignación, pero de todo esto hay que enfocarlo con una actitud de cambio positiva, constructiva, de solución y seguir caminando hacia adelante por el bien de uno mismo y la familia.

Conocí el caso de una familia numerosa, de dieciocho hermanos, los padres viajaron al extranjero, produciéndose un accidente aéreo, que los condujo a la muerte, este hecho apareció de un momento a otro por ser un caso fortuito, los hijos no estaban preparados para asumir tal reto, pero el valor, la fuerza, los sentimientos, la unión, instalada por los padres, fue el motor para seguir adelante juntos, fueron buenos estudiantes, responsables, mucha comunicación, lograron ser buenos profesionales, supieron escoger a sus parejas, formaron su familia con buenos hijos.

Tomaron el deceso de los padres como algo inesperado, que les cambió la vida de la noche a la mañana, tuvieron su momento de su duelo cada uno de los hermanos, que los encaminaron a seguir luchando por la vida y llegar a la meta, objetivos y fines que se habían propuesto.

Otro caso, de niños y adolescentes, que se criaron en las calles, sin saber quiénes eran sus padres, ni cómo se llamaban, no sabían la fecha de su cumpleaños, ni quién era su familia, no sabían utilizar los cubiertos, ni hábitos de higiene.

Sin embargo eran reflexivos, en el fondo de su corazón querían ser distintos, no estaban conformes con la vida que llevaban, deseaban tener su partida de nacimiento, estudiar, ser algo en la vida en medio de la nada, empero, conocieron a buenas personas que los apoyaron, emocional, espiritualmente y económicamente, se les asignó un nombre, todo ser humano tiene derecho a un nombre, estudiaron, ingresaron a institutos técnicos, otros a la universidad, se alejaron de las malas juntas, ahora son personas de bien, enseñan en los colegios, universidades y ayudan a niños y adolescentes, que estuvieron en su misma situación y los sacan adelante con cariño, amor, perseverancia, disciplina y respeto.

Como podemos observar, a través de estos trazados vivenciales, siempre existe una luz en el camino, un regalo de Dios, de la vida, que otorga al ser humano, fe, carácter, lealtad, que van mutando de generación en generación y que sirve para estar preparados o las desarrolla en el momento oportuno, por eso nunca hay que perder la esperanza de superar los obstáculos que se presentan en la vida, porque si no, nos invade la derrota; y este escenario no lo podemos alimentar, siempre frente a una crisis de cualquier naturaleza, debemos buscar alternativas de solución.

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