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Turno de las oenegés

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Fecha Publicación: 24/12/2022 - 00:00
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Insistíamos ayer en la urgencia de erradicar esa burocracia enemiga que integran aprendices y agitadores políticos (sin experiencia laboral alguna en administración del Estado), incrustados en el aparato estatal por el régimen Castillo. Gentuza inepta en gestión del Estado, aunque especializada en fomentar motines y generar muertes de ciudadanos, a quienes utilizan de carnada para conseguir su propósito. Una banda de delincuentes especializados en “oficios” como terrorismo, corrupción, manipulación, destrucción del Estado y cuanta tarea sirva para generar violencia social, con miras a convertirnos en una republiqueta comunista como Cuba, Venezuela, etc. Prolongar la presencia de esa mafia castillista en ministerios y demás reparticiones públicas implica una gravísima amenaza para la paz social y el desarrollo socioeconómico del país.

Hoy abordamos otro eje azaroso que enerva la reactivación y pacificación en general. Se trata de algunas cofradías comunistas/senderistas disfrazadas de organizaciones “defensoras de derechos humanos”. Hemos subsistido casi tres décadas sujetos a la esclavitud de una plaga de politicastros, dependientes del gran capital extranjero –que circula entre los rojos trajeados de blanqueo tributario–, dizque abanderado de los ddhh en “paisuchos” como Perú. Así nos consideran aquellas organizaciones transnacionales que se abocan a “invertir” fortunas opacas para financiar a pérfidas oenegés dedicadas, en este caso, “a defender derechos humanos de los perseguidos políticos”. Entre ellos destacan los terroristas sudacas –particularmente los peruanos– a quienes el ricachón primer mundo llama “luchadores sociales”. Hablamos pues de grandes negociados de megafortunas que buscan “blanquear” sus capitales donando parte de ellas “a causas humanitarias”, tapándose la nariz a sabiendas de que, con ello, están financiando la subversión que genera muerte y dolor en países víctimas. ¡Como es el Perú! ¡Pero en realidad, aquello no les basta! ¡Ni les interesa! Lo que les importa es “invertir” esos megamillonarios recursos –no declarados– en gestas glamorosas como la ”defensa de los derechos humanos” –inclusive de mafias terroristas, como sendero y mrta–, porque aquello les generará grandes comisiones que les cobran a los multimillonarios dueños de esos capitales, por permitirles pagar menos impuestos en sus países de residencia.

La Corte y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos prestan sus oídos a esa organización multinacional mafiosa. Asimismo las oenegés que operan en países como el nuestro, sirviendo como intermediarias a esa mafia derechohumanista. Por ejemplo, Jennie Dadod, secretaria ejecutiva de la oenege CNDDHH “informó” a la CIDH que las FFAA del Perú “han violado el debido proceso, al intervenir a manifestantes sin la presencia de fiscales”. Esta misma persona –vía RPP, vocera oficiosa de las oenegés– sentenció que las FFAA y la PNP “no deben utilizar armas contra quienes protestan amparados por la Constitución”, ignorando el principio internacional de defensa que consagra la ONU. Esta vocera de la CNDDHH es consciente de que está engañando a la CIDH, y a quienes donan a la oenegé que representa. Porque denominan “personas que protestan libremente” a quienes son terroristas disfrazados de manifestantes, que atentaron contra los uniformados del Estado peruano, disparándoles con ferocidad e intencionalidad; además de haber destruido patrimonio peruano, tanto privado como público.