Un elogiable desplante de la presidenta Boluarte
A raíz de la destitución de Pedro Castillo luego del golpe de Estado que este perpetró en diciembre de 2022, las tensiones entre el presidente comunista colombiano, Gustavo Petro, y la presidenta de Perú, Dina Boluarte, han sido múltiples. Petro continúa cuestionando —y cansinamente, ignorando— tanto el mandato constitucional que ampara a Boluarte como la legitimidad del gobierno que desde entonces ella conduce. No solo esto. El tal Petro —un vil terrorista que ha liderado durante muchísimos años la camorra criminal FARC— ha seguido entrometiéndose impertinente, incesantemente en materias que SÓLO corresponden a los peruanos, contraviniendo las normativas internacionales de “no intervención” en asuntos relacionados con otros Estados. Incluso este petardista, culpable del asesinato de decenas de miles de colombianos —durante su accionar terrorista y totalitario— se da el lujo de criticar la justificada represión policial ocurrida en nuestro país, durante las violentas protestas que orquestaron los sectores políticos cercanos al comunismo peruano. ¡En una ocasión, Petro llegó a llamarles “nazis” a nuestras fuerzas policiales y militares, impertinencia que generó la contundente reacción de nuestro Congreso! A tal extremo, que lo declaró “persona non grata”. Así, el pasado fin de semana —durante la ceremonia de toma de mando del jefe de Estado de Ecuador, Daniel Noboa— justificadamente la presidenta del Perú, Dina Boluarte, le negó el saludo a Petro. Mirándole a la cara, dejó con la mano extendida al farcista, comunista colombiano —quien continúa pregonando por calles y plazas que Pedro Castillo (el golpista, corrompido e ultraizquierdista expresidente y camarada de armas suyo) sigue siendo presidente del Perú. Alega Petro que su destitución y posterior encarcelamiento NO fueron por quebrar el orden constitucional. Entonces, ¿por qué? Como muestra de rechazo ante sus permanentes impertinencias y mirándole a la cara, Dina Boluarte le encajó: “mejor por qué no te enfocas en gobernar Colombia, donde las calles rebosan de protestas.”
Coincidimos con —y aplaudimos en todos sus extremos— la patriótica, digna conducta de la presidente Boluarte. Ella no solo es la ciudadana Boluarte. ¡Es la jefa del Estado peruano! Como tal, representa a treinta y tres millones de ciudadanos y a todo aquel legado de nuestra bicentenaria historia republicana. Obviamente, acatando dictados de la doctrina comunista, el terruco Petro presume ser “superior” a sus pares no comunistas, asumiendo per se —en su condición de “líder guerrillero”, admirador de Fidel y del terrorismo regional— la consigna de incorporar a los países promarxistas al clan de naciones fracasadas que encabeza Cuba.
El reciente impasse entre la presidenta de Perú, Dina Boluarte, y el colombiano, Gustavo Petro —ocurrido durante la investidura presidencial de Daniel Noboa en Ecuador— captó la atención de muchos y recolocó sobre el tapete la agriada relación entre ambos mandatarios. Los desencuentros entre estos tienen antecedentes desde 2023. Aunque en marzo de este año, apelando a la diplomacia, ambos gobiernos acordaron “normalizar” sus relaciones tras dos años de crisis. Pero la ausencia de una disculpa pública de Petro a Boluarte —y al Perú— tras su impresentable desplante reafirma que las diferencias persistirán.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.