Un mundo raro
Veamos. 1) El Perú continúa enredado en un debate ridículamente extenso que jamás debió suceder, para diferir la vacancia de un presidente preso de sus mentiras ligadas a graves sospechas de corrupción y, consecuentemente, a su incapacidad moral para dirigir el destino de 32 millones de peruanos; vacancia contemplada en la Constitución y las normas legales, como se aplicara el año 2000 al ex presidente Fujimori y en 2021 al miserable Vizcarra. 2) Además, el mundo se encuentra cada vez más complicado por lastres heredados de las consecuencias de una pandemia que ha durado dos años y mantuvo paralizado al orbe a lo largo de dieciocho meses. 3) Si todo aquello fuese poco, cuando el mundo recién empezaba a levantar cabeza tras aquel golpe sanitario y financiero producto de la epidemia de covid-19, hoy el planeta se encuentra amenazado por una cruenta guerra entre Rusia y Ucrania (ergo Europa, que involucra a la OTAN y consecuentemente a EE.UU.) que amaga convertirse en una Tercera Guerra Mundial si la OTAN interviene en el conflicto ruso-ucraniano. 4) Mientras esta hecatombe global la vemos delante de nuestros ojos, acá continuamos deslizándonos de manera temeraria hacia el precipicio de la ruina social, política y económica, propiciada por el régimen comunista/senderista que encabeza Pedro Castillo. Gobierno que, como dijimos desde un principio, fue electo en forma irregular y que, además, apenas instalado en el poder implementó su proyecto totalitario para convertir al Perú en otra vulgar republiqueta bolivariana siguiendo los dictados de Cuba y el Foro de Sao Paulo. Un gobierno aliado del comunismo/senderismo, que nos tiene secuestrados y no repara en el desenlace de su capricho ni conjuga las coyunturas geopolíticas internacionales aparecidas con posterioridad a la campaña electoral.
Hoy el Perú y el mundo encaran una perspectiva muy diferente a aquella que viviéramos durante los años de pandemia. Ahora estamos presenciando una guerra de pronóstico reservado. Tanto así es que el mundo ya ha sido notificado por el FMI, el BID y las principales calificadoras de riesgo mundiales de que la economía global “ha empezado a soportar un serio revés”. Fundamentalmente, por el incontenible aumento en el costo de todos los combustibles aparte de la escasez de alimentos que generan los conflictos bélicos internacionales. Finalmente, no perdamos de vista la amenaza rusa de globalizar esta guerra hasta “transformarla en nuclear, si Occidente se arriesgase a participar en la guerra Ucrania-Rusia”.
Según el Fondo Monetario Internacional FMI, “La (actual) economía del Perú es muy incierta y prevalece en riesgo negativo”. Y advierte un “Agudo ajuste en la condición financiera global, la prolongación de las interrupciones en la cadena internacional de abastecimiento, las tensiones geopolíticas, y una abrupta caída en el crecimiento de China, su principal socio comercial”, agregando “todo aquello sumado a sus problemas internos.“ Y concluye: “Serán necesarios mayores ajustes (en la economía peruana) para mantener la inflación bajo control.”
¿De dónde provendría el dinero para solventar esta transformación al comunismo que plantea Castillo, en medio de un planeta encrespado y empobrecido, y una Venezuela coqueteando con el Tío Sam?”
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