Un nuevo título

Parece que traigo suerte, le dijo en 1980 el presidente Fernando Belaunde Terry a Lisseth Ramis Figueroa la mañana que con Maritza Sayalero Miss Universo 1979 fueron a Palacio en una visita protocolar al día siguiente de haber sido Lisseth coronada en el Teatro Municipal de Lima como la primera huanuqueña que ganaba el título Miss Perú.

Parece que ese día el arquitecto no estaba con la misma mano que cuando despidió a Madeleine Hartog Bell antes de partir a Londres y ser elegida Miss Mundo 1967. Lisseth viajó a Corea para concursar con 69 Mises en el Centro Seyon de Artes Escénicas donde se levantó el más fastuoso escenario creado para un Miss Universo. En el desfile de trajes típicos Lisseth lució una Fantasía de princesa Inca, creación de Dante Arana que usó como detalles un cóndor y el Sol.

Al abrirme la puerta de su casa salen sus gatos engreídos que nos acompañan atentamente durante toda la conversación para la que su hijo Federico, mellizo de Ariadne, nos preparó un muy rico café empleando su cafetera de presión. Yo estaba equivocado al creer que Ramis era por el río que después de recorrer medio Perú llega al Titicaca, pero no es así. Su origen es sirio y el Figueroa portugués.

Tal vez sea en esta combinación de ancestros donde le brota la simpatía y esa gracia sin afectación que hacen que la reunión que tenía como tema "Las costureras de Lima", su tesis para optar el doctorado por la Universidad Católica, se deslice tan placenteramente. Tiene un modo cómodo de explicar y esa manera de traer y llevar la conversación respondiendo y preguntando. Y además con ese tono de voz tan agradable que provoca escuchar y no hablar.

Lisseth es magíster en Sociología y Gerencia Social, grado por la Universidad Católica que optó en 1967 con Magia y Hechicería en Lima en el siglo XVII. El caso de María de Córdoba.

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