Un pasito más cerca del precipicio
Es impresionante ver cómo, desde que nacemos, vamos evolucionando como personas, cómo cada vez somos menos indefensos, más expresivos, racionales y demás condiciones que nos definen como somos. En todo nuestro proceso de desarrollo, tenemos siempre etapas de “retadores sin sentido”, sobre todo en la niñez o en la adolescencia, donde solemos ponernos en situaciones potencialmente peligrosas, sin ningún sentido más allá de “saber qué pasaría”. Cuando somos más pequeños, generalmente caemos en este proceso por un sentido de desafío a la autoridad, aquella actitud de mirar a los padres cuando estás por hacer algo que te han dicho incontables veces que no se debe hacer; cuando estamos en la adolescencia, esta etapa de exposición innecesaria al peligro se hace tal vez cegados por la adrenalina que esto produce, por un sentido de validación del entorno o hasta como parte del desarrollo de nuestra propia personalidad; por lo que fuese, la exposición al peligro sin sentido es parte de etapas tempranas del desarrollo humano.
Genuinamente creí que estas etapas terminaban en la adolescencia, pero a pocos meses de cumplir un año bajo la penosa gestión de nuestro gobierno, creo que se extienden por muchos años más. Se ha venido cocinando la idea en los últimos días de la posibilidad de hacer una consulta en los próximos comicios electorales sobre si hacer o una asamblea constituyente... ¿Es en serio?... Se le ha dicho por diferentes vías que su gobierno no va más y ahora pretende hacer modificaciones en la Constitución. Lo comentábamos la semana pasada, quienes tengan la potestad real de tomar acción en dar por terminado de una vez por todas este gobierno (bajo el mecanismo constitucional que mejor funcione), ¡que lo haga! Aparentemente seguimos todos en esta etapa de “reto sin sentido”, donde llevamos a nuestro país camino al precipicio, ¿esperando qué? ¿Quebrar la economía nacional? ¡Señores, por favor! Qué tiene que pasar para que nos demos cuenta que sólo estamos avanzando más y más hacia un precipicio del cual muy difícilmente podremos recuperarnos.
Las acciones son claras y sencillas, este gobierno debe llegar a su fin. No puede ser que nos sintamos presos en un país democrático. Insisto una vez más, no es un tema de ideología, aquí hay un claro fracaso de gestión. Dejemos de una vez de tomarnos a la ligera el futuro de nuestras familias. Menos bulla y más acción, por favor.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.